Para seguir reduciendo la pobreza en Bogotá la Secretaría de integración Social trabaja hoy en dos frentes: la verificación de condición de beneficiarios y la búsqueda activa de 25.000 hogares vulnerables. | Foto: Cortesía: Secretaría de Integración Social.

IGUALDAD

Secretaría de Integración Social, el salvavidas de las personas en condición de vulnerabilidad

Niños, adolescentes, adultos mayores, habitantes de calle y personas con discapacidad se han visto beneficiados por la entidad.

15 de julio de 2019

El año pasado Bogotá registró una cifra histórica para la ciudad: 114.000 personas dejaron de estar en condición de pobreza.

Ese es el número de habitantes que abandonaron dicha situación y que, de acuerdo con las estadísticas, corresponde al 4,3 por ciento de la población. En 2016, ese índice era del 5,9 por ciento.

Para alcanzar este resultado, la Secretaría Distrital de Integración Social, gestora de ese logro, utilizó una estrategia simple pero eficaz: focalizar la inversión del gasto en aquellos que realmente lo necesitan.

Ello se hizo a través del Sisbén, una herramienta utilizada en Colombia para priorizar quiénes son esas personas en condición de vulnerabilidad que deben recibir apoyo económico o en especie. Así, por ejemplo, los adultos mayores que no poseen pensión y cuyo ingreso base no supera un salario mínimo, pueden acceder a subsidios de 120.000 pesos al mes. Aquí también se logró un récord: 144.587 adultos mayores han recibido este tipo de apoyos en lo corrido de esta administración.

Con el fin de seguirle apostando a la reducción de la pobreza en Bogotá, la secretaría trabaja hoy en dos frentes: la verificación de condición de beneficiarios y la búsqueda activa de 25.000 hogares vulnerables. “Desde 2016, la entidad ha venido trabajando en revisar las condiciones de vida de todos los beneficiarios de servicios y apoyos sociales. Se han reasignado más de 50.000 cupos a personas que de verdad lo necesitan”, explica Gladys Sanmiguel, secretaria de Integración Social. Quienes nunca requirieron la ayuda, quienes ya superaron su condición de pobreza o quienes fallecieron están dejando de recibir el apoyo.

Círculo de la pobreza

Cuando comenzó esta administración, uno de los grandes retos a los que se enfrentó la entidad fue el embarazo adolescente en menores de 19 años. Para combatir esta problemática, la Alcaldía decidió realizar un trabajo conjunto con las secretarías de Salud,

Cultura, Educación y Mujer, liderado por la de Integración Social. Esta participación transversal permitió que el año pasado los embarazos y nacimientos disminuyeran 36 por ciento frente a 2014. Hace cinco años, la cifra de embarazos en menores de 19 era de 17.164. En 2018 bajó a 10.949.

La entidad también trabajó para reducir la edad en la que las mujeres en Bogotá tienen su primer hijo. En 2016, el promedio era de 22 años. Esto les impedía construir sus proyectos de vida, estudiar y trabajar, lo que de alguna forma alimentaba el círculo de la pobreza. Hoy, lo tienen a los 24.

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Cambio de ‘chip’

?En administraciones pasadas, el modelo de atención que recibía la población con discapacidad era el asistencialismo. Pero hoy para la Secretaría de Integración Social esta no es la mejor práctica, pues considera que estas personas, al aprender a realizar actividades productivas, serán capaces de superar el círculo de pobreza. Por eso creó un centro distrital en donde dicha población recibe cursos de cocina, primeros auxilios, actividades blandas y asesoría sobre cómo presentar una hoja de vida, entre otros. Con esta estrategia, entre 2016 y abril de este año se logró la inclusión productiva de 1.274 personas con discapacidad en empresas que van desde restaurantes hasta fábricas.

La tercera edad

Además de la apertura de 2.700 nuevos cupos de subsidios para adultos mayores, esta administración construyó un nuevo Centro Día, ubicado en la localidad de Engativá. Es como un club al que esta población asiste para recibir atención psicosocial y para realizar actividades de recreación y deporte. En la capital hay 25 centros de este tipo, que han atendido a 19.843 personas de la tercera edad desde 2016.

Después del Bronx…

Al inicio de esta Alcaldía el número de habitantes de calle era incierto. Por eso en 2017 la entidad, junto con el Dane y el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), realizó el VII censo de esta población. El propósito era conseguir información actualizada acerca del fenómeno, sobre todo después de la intervención en el Bronx, para poder tomar decisiones que beneficiaran a estos ciudadanos. Los resultados arrojaron que en Bogotá había 9.538 habitantes de calle. De ese total, 2.323 iniciaron su proceso de superación del fenómeno y 618 ya lo terminaron. Gracias al censo, y a la información actualizada, se abrieron dos centros de atención con enfoque diferencial. El primero se ejecutó con la ayuda del Instituto de Protección Animal y es para los habitantes de calle que tienen carretas y mascotas. El segundo, es el de Mujeres Diversas.?

¿Y los niños?

En 2011, el 11 por ciento de esta población estaba sometida al trabajo infantil en plazas de mercado, calles o en su propio hogar. La labor de la secretaría permitió que el año pasado esa cifra disminuyera al 4,9 por ciento, es decir 92.000 niños y niñas menos. En 2018, la entidad atendió 2.286 menores –entre los 6 y 16 años– en sus 13 Centros Amar. Estos son como una especie de jardines infantiles donde se reciben a los pequeños que están trabajando o en riesgo de hacerlo, y se les brinda una atención integral adecuada mientras sus papás laboran. A su vez, la entidad atendió a 7.730 menores a través de la Estrategia móvil para la prevención del trabajo infantil.

La secretaría enfrenta, sin embargo, un gran reto: los niños venezolanos. En lo que respecta a menores entre los 0 y 5 años, en general, la administración de Enrique Peñalosa creó la Ruta Integral de Atenciones (RIA), una herramienta de gestión que brinda atención integral a los niños y garantiza sus derechos, teniendo en cuenta sus necesidades y contextos. Esta estrategia fue implementada en las 20 localidades de la capital y a diciembre de 2018 había atendido a más de 193.000 menores. Este es un trabajo transversal en el que participan las secretarías de Integración Social, Salud, Educación, Cultura, y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.