El departamento es hogar de más de 900 especies de aves y recientemente se descubrió un páramo en perfecto estado de conservación. | Foto: Cortesía Gobernación de Boyacá

ENTREVISTA

Una expedición para conocer a fondo la riqueza natural de Boyacá

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, habló con SEMANA sobre el trabajo que desarrolla esta entidad, junto con la Gobernación del departamento, para la protección de la biodiversidad de la región.

María Alejandra López*
6 de agosto de 2018

SEMANA: ¿Qué es Boyacá Bio?

BRIGITTE BAPTISTE: Es un conjunto de expediciones que se realizan en el departamento y tienen como fin hacer un registro de su biodiversidad e inspirar investigaciones para el aprovechamiento de productos naturales. El programa nace con la intención de encontrar alternativas de aprovechamiento de la biodiversidad que no sean destructivas.

SEMANA: ¿Por qué arrancar en Boyacá?

B.B.: Porque el departamento es pionero. Boyacá respondió al llamado del presidente Santos sobre el buen uso de los recursos de regalías. El gobernador Amaya supo que esta era una oportunidad para encontrar alternativas de desarrollo en las áreas del páramo que están siendo delimitadas. Hay conflictos derivados de los malos usos agropecuarios y mineros. Por eso hay que proponer soluciones.

SEMANA: ¿En cuántas etapas está pensado el proyecto?

B.B.: Tiene tres. La primera, en la que participa el Instituto Humboldt, está relacionada con la exploración en campo. Sobre todo en los páramos de Boyacá. Son salidas de distinta duración y envergadura. En la fase de expediciones se tienen planeadas 12 a zonas secas, bosques de montaña y páramos. Hemos realizado una tercera parte del trabajo y seguimos documentando toda la biodiversidad que encontramos. La información servirá para entender el estado del departamento y tomar decisiones frente a la Planeación Territorial. Una vez termine esa etapa, la Gobernación abrirá convocatorias de investigación sobre productos naturales.

SEMANA: ¿Con qué sorpresas se han encontrado?

B.B.: Boyacá tiene una variabilidad de ecosistemas tremenda. En el departamento habitan más de 900 especies de aves, es decir, más de la mitad de las que se han reportado en Colombia. Esto representa una oportunidad para el aviturismo, por ejemplo. Y hubo otra sorpresa, hace unas semanas encontramos un páramo en perfecto estado de conservación.

SEMANA: ¿Qué hacer con estos resultados?

B.B.: Esperamos que al cabo de un año Boyacá comience a promover emprendimientos con base en la biodiversidad silvestre del departamento. Y, más adelante, que haya organizaciones comunitarias y pequeñas empresas con proyectos concretos para el aprovechamiento de algún producto de esta biodiversidad.

SEMANA: ¿Ya existía una radiografía del estado actual de la biodiversidad del departamento?

B.B.: Sí, pero había vacíos importantes en el Magdalena Medio boyacense, en la Serranía de las Quinchas. Esta es un área importante porque conecta Puerto Boyacá con la zona esmeraldífera, con el valle de Coscuez. Ahí era muy difícil acceder por el conflicto armado.

SEMANA: Entonces, ¿el acuerdo de paz le abrió el camino a Boyacá Bio?

B.B.: Sí, el detonador fue el acuerdo de desarrollo rural. Hay que lograr que este sea sostenible en áreas con escasa presencia del Estado. Estamos haciendo lo correcto: fichar la biodiversidad como una fuente de desarrollo.

SEMANA: ¿De dónde salen los recursos?

B.B.: La expedición está financiada con regalías del departamento. Los aportes de la Gobernación rondan los 4.000 millones de pesos y el instituto aportó cerca de 1.000 millones de contrapartida.

SEMANA: ¿Qué entidades más están vinculadas al proceso?

B.B.: En las expediciones participan la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, alcaldías y organizaciones de la sociedad civil. También estamos trabajando con asociaciones de productores. Adicionalmente, hay un programa de cooperación con Kew Gardens, del Reino Unido, en cabeza del colombiano Mauricio Díaz Granados, su director científico. Ellos han invertido una gran cantidad de recursos en el conocimiento de la biodiversidad, inicialmente con fines de conservación.

SEMANA: ¿Qué tan difícil es promover procesos amigables con el ambiente en los territorios?

B.B.: La gente nos ha recibido muy bien. Hemos sentido algo de escepticismo porque el Estado, en general, despierta desconfianza. Los habitantes de las regiones te dicen: “Otra iniciativa, un año de entusiasmo y nos van a dejar tirados”. Por eso el instituto trata de persistir y dar garantías de iniciativas de emprendimiento verde. Especialmente ahora, en la transición de gobierno.

SEMANA: ¿Ven viables los proyectos productivos sostenibles?

B.B.: Todas las oportunidades de desarrollo innovadoras y con criterios de respeto por las tradiciones y formas de organización, funcionan para las comunidades rurales. Se trata de una sustitución de procesos extractivos, donde se plantea el reemplazo de la minería por prácticas agropecuarias sostenibles. 

SEMANA: ¿Qué otros departamentos quieren unirse a Boyacá Bio?

B.B.: Otro de los interesados es Santander. Ahora estamos desarrollando expediciones a Cimitarra. Hay un interés de los gobiernos regionales en la biodiversidad como factor de progreso local.

*Periodista.