Incentivos para los más creativos

Muchos artistas y emprendedores han elegido a Cundinamarca como hogar y refugio. Corazonarte, una iniciativa departamental, apoya los procesos culturales y artísticos de creadores, investigadores y gestores de la cultura de la región. Durante 2016 y 2017 hizo entrega de 74 estímulos (por un total de 1.000 millones de pesos) para la creación, la formación, la investigación y la circulación de las propuestas más innovadoras.

Este apoyo económico ha hecho de Corazonarte el primer escalón por el que pasan los artistas cundinamarqueses antes de llegar a compartir sus obras en Estados Unidos, México, Ecuador, Francia, Uruguay, Cuba, República Checa, Portugal, entre otros.

Todo el proceso comienza con una convocatoria abierta. Un comité seleccionará las mejores propuestas teniendo en cuenta factores como el impacto social y la innovación. Por eso el incentivo de Corazonarte ha llegado, por ejemplo, a manos de María del Mar, una niña de Zipaquirá que fabrica boquillas de oboe, un instrumento de viento que utilizan las orquestas de la región. O ha ido a parar a emprendedores que probaron suerte con propuestas gastronómicas como el fiambre y el viudo de bocachico.

Cine, escultura, literatura y danza predominan entre las ideas de los artistas cundinamarqueses. Hasta ahora, el diagnóstic o es alentador: la región tiene una riqueza cultural inagotable.