La minería ilegal y el vertimiento de aguas residuales son algunas de las problemáticas que aquejan a la laguna de Fúquene. | Foto: Angie Eslava

EL CAMPO

Recuperar la laguna del dios Fu

Para lograr esa tarea Cundinamarca invertirá 30.000 millones de pesos. Se beneficiarán 17 municipios del altiplano cundiboyasence.

10 de septiembre de 2017

En las praderas de Cundinamarca y Boyacá reposa un espejo de agua verde azulada: la laguna de Fúquene. Esta da origen al río Suárez de Santander y desemboca en el río Sogamoso. Los muiscas la consideraron su santuario. Luego se convirtió en obsequio estatal para los políticos del siglo XIX quienes intentaron secarla. Hoy es un ecosistema debilitado principalmente por la minería ilegal, la ganadería, la invasión de sus laderas y por el vertimiento de aguas residuales que le han dado un tono oscuro a su color original.

Estas actividades afectan de manera grave a la laguna, roban su potencial turístico, contaminan el recurso hídrico que llega a los hogares de algunos municipios y disminuyen su capacidad hidráulica, es decir, la función de almacenar crecientes. Es por eso que recuperar las bondades de este cuerpo de agua, con una inversión de 450.000 millones de pesos, es la gran apuesta de la Nación y de los tres departamentos que se benefician de ella.

Principal acción

Una de las funciones de la laguna es evitar posibles inundaciones en los municipios de mayor influencia: Simijaca, Susa, Fúquene y Guachetá en Cundinamarca; y Ráquira y San Miguel de Sema, en Boyacá. En el último año la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) retiró cerca de 750.000 metros cúbicos de sedimentos que le quitaban volumen útil a la laguna.

El objetivo es extraer unos 74 millones de metros cúbicos de sedimentos y recuperar su volumen real. Antes de su secamiento, este espejo de agua contaba con 7.676,5 hectáreas, ahora tiene 3.138. Su capacidad de volumen es de 56 millones de metros cúbicos. La idea es aumentarla a 130 millones de metros cúbicos para que pueda retomar poco a poco su capacidad hidráulica.

Según el secretario de Ambiente de la Gobernación de Cundinamarca, Eduardo Contreras, la bolsa para la restauración de la laguna se ha ido completando con los aportes de las Corporaciones Autónomas Regionales de Santander y Boyacá y sus respectivas gobernaciones. La CAR de Cundinamarca contribuirá con una partida de 130.000 millones de pesos y el departamento liderado por el gobernador Jorge Emilio Rey, con 30.000 millones. El dinero restante será cofinanciado por el Fondo de Adaptación que ahora tiene el proceso de estructuración técnica.