Antes de partir hacia el espacio, Hazzaa Al Mansoori ofreció una conferencia de prensa en el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. | Foto: AFP

EXPLORACIÓN ESPACIAL

El viaje a las estrellas de Hazzaa al Mansoori

El 25 de septiembre de 2019 este emiratí se convirtió en el primer astronauta de su país en viajar al espacio. Allí estuvo durante una semana para cumplir la misión 'Ambición de Zayed'.

19 de diciembre de 2019

En agosto de 2018, Hazza Al Mansoori recibió una llamada en la que le informaban que había sido elegido para integrar la primera misión espacial de los Emiratos Árabes Unidos. Después de colgar, el piloto aeronáutico de 35 años y padre de cuatro hijos, salió a trotar para sacudirse y recuperar el sentido de la realidad. No creía lo que acababan de decirle. Nacido en Al Wathba, un suburbio de la capital, Abu Dabi, había pasado una buena parte de su infancia en la región del desierto de Liwa, en donde se acostumbró a ver estrellas y meteoritos en las noches y se interesó por la astronomía. Años después, estudió aviación en el Khalifa Bin Zayed Air College y luego se hizo piloto militar en las fuerzas armadas.

Esa llamada marcaba el final de un proceso de selección que había comenzado un año atrás, cuando su alteza el jeque Mohammed Bin Rashid, vicepresidente de los EAU, anunció por Twitter que se abría una convocatoria para el Programa de Astronautas. Preparaban una misión para llevar por primera vez a un emiratí al espacio. Más de 4.000 personas se registraron y tuvieron que demostrar su conocimiento en tecnología, matemáticas, física y astronomía. De ellas se eligieron 400, que presentaron pruebas físicas y psicológicas, hasta que al final quedaron dos hombres: Sultan Al Neyadi y Al Mansoori.

Ambos astronautas viajaron a Star City, la región rusa donde se halla el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, y ahí se prepararon a lo largo de varios meses. Luego, en una entrevista, Al Mansoori diría que lo más difícil de ese proceso, aparte del endemoniado frío, había sido aprender ruso, el idioma con el que operaba el cohete Soyuz MS-15 que lo llevaría al espacio. Como parte del entrenamiento, los astronautas también recibieron lecciones en la Nasa y en la Agencia Espacial Europea. Finalmente, en abril de 2019 se anunció que estaban listos para llevar a cabo la ‘Misión Astronauta EAU 1’ o ‘Ambición de Zayed’, que se realizaría en septiembre.

El 25 de ese mes, Al Mansoori tuiteó desde su cuenta personal, en árabe y en inglés: “A pocas horas del despegue me llena esta sensación indescriptible de gloria y asombro. Hoy llevo los sueños y la ambición de mi nación a una nueva dimensión. Que Alá me asegure el éxito en esta misión”. Horas después, el Soyuz MS-15 despegó de la base Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán –la misma de la que partieron el Sputnik 1, en 1957; y Yuri Gagarin, en 1961–, llevando al emiratí a la Estación Espacial Internacional (EEI). Allí permaneció una semana realizando algunos experimentos para estudiar los efectos del espacio y la microgravedad en organismos acuáticos, en fluidos y en el cuerpo humano.

Desde el día en que se anunció que Al Mansoori iría al espacio, hasta el 3 de octubre de 2019, cuando regresó a la tierra a bordo de un Soyuz MS-12, el astronauta estuvo en contacto con el público y mostró el orgullo de representar a los EAU. En la primera videoconferencia que sostuvo con el Centro Espacial Mohammed Bin Rashid, respondió preguntas de estudiantes que aspiraban a ser astronautas y el público emiratí vio por primera vez la bandera nacional extendida en una estación espacial.

El astronauta describió el momento en que sobrevoló los EAU y aseguró haber visto el archipiélago artificial con forma de palmera que se construyó en la costa de Dubái. Luego compartió con sus miles de seguidores en Twitter y en Instagram una foto en la que se veía la punta de la península arábiga que ocupa su nación, diciendo: “Del astronauta más feliz para la nación más feliz… Esto es histórico, estos son los EAU desde el espacio”, y más tarde envió al Centro Espacial una foto nocturna en la que se distinguían los siete emiratos que lo conforman, gracias a la iluminación de las autopistas que los delimitan, y en la que brillaban especialmente las ciudades de Abu Dabi, Dubái y Al Ain.

Durante su estadía en la EEI, realizó más videollamadas en las que describió su día a día e incluso respondió preguntas que los ciudadanos le hicieron en Twitter con el hashtag #AskHazzaa (pregúntele a Hazzaa). Compartió fotos de la Meca y del río Nilo y se vistió con ropa típica árabe para posar al lado de los demás astronautas con los que convivía en la estación espacial. Su viaje fue cubierto por medios locales y de toda la región arábica, y el Gobierno habló de la importancia de que muchos jóvenes emiratíes se vieran representados en un hombre que hablaba su idioma, que compartía su nacionalidad y su cultura, y que había llegado al espacio.