Uno de los planes favoritos de la artista euoropea es tocar en La Cabaña del Recuerdo, un acogedor bar de Envigado donde se grabó el video de su sencillo 'Déjame así'. | Foto: Luis Acosta

CULTURA

La trompeta de Maite Hontelé siempre vuelve a Envigado

La holandesa más salsera del mundo, nominada al Grammy Latino en 2014, tiene un rincón especial en el municipio antioqueño que fue su primer hogar en Colombia.

Tomás Tello*
1 de agosto de 2018

Ver las luces de Navidad en la plaza central de Envigado, comerse una arepa y “con la barriga llena ir a La Cabaña”, es el plan favorito de la trompetista holandesa Maité Hontelé. En 2009 la artista europea decidió quedarse en Medellín porque se enamoró de un hombre, del público colombiano y del clima. “Como vengo de Holanda necesitaba calentar mis fríos huesos”, bromea. Una vez en Colombia, anunció su llegada con el lanzamiento de su primer álbum: Llegó la Mona.

Casi una década más tarde, la Mona no se ha ido, aunque ahora vive en Bogotá y viaja al menos dos veces al año a su natal Holanda para ver a su familia. Su crianza en Países Bajos afianzó su conciencia ambientalista: por eso es vegana, se moviliza en bicicleta y trata de viajar poco en avión, pero cuando sale de gira es inevitable hacerlo. Ahora está terminando su quinto disco: Cuba Linda, en el que se estrena como compositora con la canción Lo que tienes tú.

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“Es el álbum de mi vida. Tiene todos los elementos que soñé”, afirma Hontelé. En este trabajo grabó con la Orquesta Aragón y tuvo invitados como Goyo, de ChocQuibTown; el dominicano Vicente García y la leyenda salsera Gilberto Santa Rosa. Esta es una coproducción entre el sello de Hontelé en Colombia, Merlín Producciones, y Egrem, la mítica disquera cubana. “Yo crecí con el son de Cuba y para mí esa es una tierra sagrada”, afirma Maité sobre la isla que la inspiró, allí vivió dos meses antes de empezar la producción del disco.

Por eso no es extraño que sus planes favoritos sean ir a bailar a Son Havana, en Medellín, o tocar en La Cabaña del Recuerdo, un acogedor bar de Envigado que conoció al llegar y al que vuelve siempre. Este sirvió de locación para grabar el sencillo Déjame así, de su tercer álbum, nominado al Grammy Latino en 2014 y con más de 1 millón de vistas en YouTube. El video es un plano secuencia de Maité entrando con sus músicos a La Cabaña mientras toca un son cubano con su trompeta, justo al lado del público.

“Estar en ese lugar es como entrar a otro mundo. Uno se devuelve en el tiempo”, dice. La Cabaña le permite esa cercanía e intimidad con el público que no se logra en escenarios grandes. “Estás ahí, con 20 personas que cantan. Al lado se encuentran tus siete músicos sentados en una mesita y estás tú, conectado con la gente y con la banda. Para mí esa es la mejor manera de hacer música”, afirma.

Sin embargo, reconoce que no es fácil componer ni comercializar temas alejados del reguetón, género que “me parece que no transmite mensajes bonitos ni necesarios”. Pero la dificultad está, sobre todo, en la distribución. “En radio hay un problema muy grave y es que la programación es muy uniforme. Es difícil encontrar espacio para otros sonidos, y si no estás dispuesta a entrar en el juego de la ‘payola’ –pagar para que recomienden sus canciones en las emisoras– tienes que esforzarte aún más para llegar al público”. La alternativa ante esa realidad se encuentra en plataformas como YouTube, Spotify o Deezer, y en festivales como el Primavera Fest, que ha impulsado con su productora Merlín.

Espacios como La Cabaña o propuestas como las de Solo Valencia refrescan el sonido antioqueño, y, claro, con la trompeta de la Mona, quien promociona y termina su álbum Cuba Linda. Ahora, como ella dice, solo le falta una colaboración con Carlos Vives y otra con Sting.

*Periodista de Especiales Regionales de SEMANA.