Para conseguir la acreditación en alta calidad, la Universidad del Magdalena amplió la planta docente y fortaleció los procesos de aprendizaje. | Foto: Unimagdalena

Más allá de los sueños

Educación para soñar en grande

Solamente dos universidades públicas de la Región Caribe están acreditadas en alta calidad. Un esfuerzo y reconocimiento que impacta el futuro de sus egresados y el bienestar de los docentes.

27 de junio de 2017

Aunque la Universidad del Magdalena ya contaba con experiencia de acreditación en algunos de sus programas, el reto era la acreditación institucional. Por eso, en 2009 se implementó la política de autoevaluación, acreditación y aseguramiento de la calidad, otorgándole a la acreditación una connotación de política institucional.

A partir de esta premisa, se diseñó una hoja de ruta y un plan de acción para cumplir con las metas de calidad de la institución, exigidas por el Consejo Nacional de Acreditación.

Jorge Sánchez Buitrago fue el encargado de dirigir el proceso a través de un ejercicio de autoevaluación, en donde se identificaron las debilidades y fortalezas de la universidad. “Optamos por la vía de la concientización y la construcción social reuniéndonos con diferentes grupos e identificando un compromiso común para mejorar la calidad de la educación”.

En cuanto a los estudiantes, se descubrió una realidad preocupante: muchos llegaban a la universidad con serias carencias en su proceso de formación y los índices de deserción eran altos tanto por dificultades socioeconómicas como por el bajo desempeño en las aulas.

Para contrarrestar estas problemáticas surgieron programas que buscan fortalecer los procesos de aprendizaje y mejorar el bienestar estudiantil. Con respecto a los docentes, aunque muchos gozaban de una importante experiencia académica, la mayoría no era de tiempo completo. Así que hubo que ampliar la planta docente que actualmente cuenta con 64 doctores.

Hace ocho años, la Universidad del Magdalena no tenía un solo doctorado. Hoy ofrece doctorados en Ciencias de la Educación, Medicina Tropical, Física y Ciencias del Mar. Aunque la acreditación vence en 2020, bajo las directrices del rector Pablo Vera, se cuenta con políticas que respaldan el proceso de acreditación actual y permiten proyectar su renovación en el futuro.