Foto: Daniel Mordzinski

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Noah Yuval Harari: de Sapiens a cyborgs

El israelí Noah Yuval Harari esboza la historia del hombre con el fin de advertir sobre el presente en 'De animales a dioses'. El recorrido inicia hace 200.000 años en África y concluye hoy, cuando la humanidad está a punto de dejar atrás la biología para transformarse en superhombres.

La historia siempre ha acompañado a Noah Yuval Harari. De niño, afirma, ya quería entender la manera en que los acontecimientos dan forma al presente. Comprender acaso por qué las fuerzas y los accidentes permiten un mundo y no otro. “Nunca tuve una epifanía –dice–: el tema me ha gustado desde que tengo memoria”. De hecho, a los cinco años aprendió a leer con una obra titulada La historia de la humanidad para niños.

Israel, su país, también influyó en su formación. “Si hubiera vivido en Londres o en Beijing –afirma–, hubiera escrito otros libros. Pero por vivir en el Medio Oriente, con sus conflictos nacionalistas y religiosos, soy consciente del inmenso poder que tienen las historias imaginadas sobre nuestras vidas. Por todos lados, la gente se está matando por simples ficciones”.

La necesidad de entender estas ficciones llevó a Harari, hoy profesor de historia de la Universidad Hebrea de Jerusalén, a escribir en 2014 De animales a dioses: breve historia de la humanidad, un libro que condensa en menos de 500 páginas los 200.000 mil años del homo sapiens. En la obra, que ha vendido más de un millón de ejemplares, el israelí traza el camino del hombre a partir de tres revoluciones: la cognitiva, la agrícola y la científica, en un esfuerzo por hilar distintos fenómenos históricos como la religión, el dinero y los imperios.

Pero, curiosamente, para Harari la importancia del libro no radica en el pasado, sino en el futuro. “Sentía que era urgente mirar a la historia desde una perspectiva amplia, porque la humanidad está a punto de tomar la decisión más importante de la historia y así redefinir su curso y el mismo significado de la vida”, asegura. El israelí se refiere a que, en el siglo XXI, el hombre ya ha logrado reemplazar la leyes de la selección por las del diseño inteligente. Mediante procesos de ingeniera biológica, cyborgs y de vida inorgánica, el homo sapiens le ha dado la espalda a la naturaleza, y las consecuencias son difusas.

“¿Qué pasará cuando el calentamiento global cause cambios climáticos radicales? ¿Cuando los computadores reemplacen a los humanos en el mercado, y la mayoría nos volvamos económicamente irrelevantes? ¿Qué pasaría si los logros biotecnológicos permiten a los hombres evolucionar artificialmente, y así ampliar las brechas entre los ricos y los pobres? Estas son preguntas que todos nosotros debemos enfrentar… Creo que pronto los humanos usaremos la tecnología para convertirnos en dioses. Lo digo literalmente”.

Harari cree que, como afirma Dickens al inicio de algún libro, vivimos en el mejor y en el peor de los tiempos. Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, la humanidad atraviesa una era de paz sin precedentes y las tazas de mortalidad infantil nunca habían sido tan bajas; si bien existe la amenaza de la aniquilación nuclear, el extremismo ideólogico que busca eliminar a todos aquellos que piensan diferente y miles de millones de animales son devorados en masa anualmente. “No cabe duda, el homo sapiens puede ser un animal extremadamente cruel y destructivo. Pero al mismo tiempo somos capaces de grandes logros”, dice.

Por eso, en un mundo de polos opuestos, pero también en un mundo cuyo futuro puede ser radicalmente distinto al que conocemos, Harari aboga por volver la vista al pasado. “Espero que entendiendo quiénes somos, de dónde venimos y cómo hemos adquirido este inmenso poder nos permita tomar decisiones más sabias con respecto al futuro”.