Los pozos se construyen hasta con seis barreras (tubería y cemento) que aíslan las aguas subterráneas para prevenir su contacto con los fluidos inyectados y/o producidos por el yacimiento. | Foto: iStock

EXPLOTACIÓN

Cinco mitos sobre el fracking

¿Qué tan cierto es lo que se dice sobre este procedimiento de fracturación hidráulica? ¿Es una amenaza para el país y el medioambiente? Lo invitamos a derribar ciertos mitos sobre esta actividad.

14 de noviembre de 2018

1. En Colombia ya se está haciendo ‘fracking’

Falso:

A la fecha, no se han llevado a cabo explotaciones de este tipo en el país.

¿Por qué?

Porque el fracking se remite exclusivamente a la estimulación hidráulica (con fluidos a presión) de pozos horizontales. Lo que sí se ha hecho en Colombia exitosamente, y durante los últimos 40 años, es la estimulación hidráulica en pozos verticales, en Meta, Putumayo, Huila, Santander y Norte de Santander.

Hoy el país cuenta con tres documentos que configuran el marco técnico para la exploración y la explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales (YNC). En 2013, el Ministerio de Minas y Energía expidió el primero. Un año más tarde, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó los términos de referencia para la elaboración del estudio de impacto ambiental para la exploración de hidrocarburos. Y, finalmente, el Ministerio de Minas estableció los requerimientos técnicos y los procedimientos para los no convencionales. Sin embargo, aún no están en la mesa los términos de referencia para expedir licencias ambientales de explotación, lo que significa que a la fecha en ningún pozo en Colombia se utiliza esta técnica.

2. El ‘fracking’ contamina

los acuíferos

relativo:

Si se hace bien, no los contamina.

¿Por qué?

Los pozos se construyen hasta con seis barreras (tubería y cemento) que aíslan las aguas subterráneas para prevenir su contacto con los fluidos inyectados y/o producidos por el yacimiento. Las perforaciones de los pozos no convencionales son de unos 2.500 o 3.000 metros de profundidad, lo que equivale a 70 edificios de 20 pisos uno encima del otro, mientras que las concentraciones acuíferas se encuentran a unos 100 metros de profundidad.

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Es importante destacar que el agua de la estimulación hidráulica que retorna a la superficie, y la que eventualmente produce luego el pozo, en ningún caso se vierte a un cauce de agua natural ni se libera al medioambiente.

3. Para realizar este proceso se inyectan químicos peligrosos que afectan a la salud pública

Falso:

Ni se inyectan tantos, ni son peligrosos,

ni son tóxicos.

¿Por qué?

Los aditivos utilizados componen menos del uno por ciento de los fluidos que se inyectan. Así mismo, estos son de uso común y están presentes en productos utilizados de forma cotidiana como el cloruro de sodio (sal de mesa), surfactantes (jabones, limpiavidrios, detergentes), ácido acético (vinagre), goma guar (helados, crema dental), isopropanol (tintes para el cabello) y sales de borato (cosméticos).

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos publicó un estudio que revelaba los fluidos de fractura utilizados en 38.000 pozos, perforados por 428 operadores, en 20 estados de ese país, entre 2011 y 2013. En los resultados más relevantes se encontraba que para cada trabajo de fracking se usan, en promedio, unos 14 aditivos químicos y la concentración máxima de ellos era cercana al 0,43 por ciento del total de los fluidos inyectados.

4. ¡El ‘fracking’ causa terremotos!

Falso:

No tiene la capacidad de producirlos.

¿Por qué?

Las operaciones de fracking producen únicamente microsismos que son imperceptibles para el ser humano. El Servicio Geológico Colombiano monitoreará la actividad sísmica en tiempo real donde se estén desarrollando operaciones, y en conjunto con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, podrán detener la actividad si se detectan eventos mayores a cuatro en la escala de Richter. Además, se identificarán y ubicarán fallas geológicas activas para mantener una distancia mínima de un kilómetro para llevar a cabo la estimulación hidráulica.

5. El ‘fracking’ utiliza mucha agua

relativo:

Sí, usa gran cantidad, pero solo se emplea una vez.

¿Por qué?

El agua que necesita un pozo durante su vida útil es equivalente la de ocho piscinas olímpicas; cada una tiene capacidad para 2.500 metros cúbicos. Según el Ideam, el sector de hidrocarburos demanda 1,6 por ciento de agua del total de las actividades económicas del país. En un escenario de desarrollo de este proceso de fracturación hidráulica el porcentaje podría aumentar a 1,7 por ciento.

La tecnología del fracking no necesariamente usa líquido de fuentes naturales, también permite el uso de aguas residuales provenientes de otros procesos industriales. Adicionalmente, posibilita la reutilización de fluidos para nuevas estimulaciones. Estas dos alternativas disminuyen significativamente el uso del recurso hídrico superficial o subterráneo.

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