Los sistemas ciberfísicos son la base de la cuarta revolución. | Foto: iStock

TECNOLOGÍA

La reinvención portuaria en el siglo XXI

En esta época, en la que vivimos la cuarta revolución industrial, los puertos se preparan para estar a la vanguardia siendo digitales, inteligentes y sostenibles.

Polkan García*
29 de noviembre de 2018

La cuarta revolución industrial fue el tema principal del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en 2016. Porque, según su presidente, Klaus Schwab, con esta veremos la aparición de verdaderas “fábricas inteligentes”, entornos en donde la automatización de la manufactura sea el imperativo y la sostenibilidad, un pilar estructural.

Dos años después de esos anuncios, Colombia muestra indicios de que esta revolución ya forma parte de su dinámica empresarial, particularmente en los sectores comerciales, logísticos, portuarios y de transporte. Por eso ahora es común encontrar soluciones de seguimiento de activos en tiempo real que usan tecnologías como RFID o NFC; cámaras de videovigilancia que además identifican objetos y crean mapas de calor; impresión 3D para fabricar piezas de repuesto; grandes grúas que reportan su posición a través de GPS, y que a su vez están conectadas a sistemas de cálculo de rutas óptimas; aplicaciones que evalúan el estado de la ocupación de una bodega, y camiones que informan el nivel de su tanque de combustible, la cantidad y el tipo de las paradas, e incluso el peso total del mismo.

No es casualidad que estos sectores –en los que predominan la maquinaria y la información– sean los primeros en avanzar en este nuevo periodo. En primer lugar, la tercera revolución, o “revolución de la inteligencia”, trajo consigo el fenómeno de la masificación de los datos y con él, la necesidad de analizarlos y aprovecharlos. Por otro lado, la automatización puso de moda y facilitó el acceso a la robótica, llegando casi a segmentos insospechados tales como la naciente nanotecnología, que promete reducir la escala y ampliar el alcance de sus avances.

Los “sistemas ciberfísicos” son la base de la cuarta revolución. La estrecha relación entre la maquinaria y lo digital se hizo posible gracias al internet de las cosas y a la computación en la nube. En el futuro, su desarrollo se concentrará en integrar neurotecnología, biotecnología, y sistemas de almacenamiento de energía.

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Con todos estos cambios veremos próximamente una nueva era de cooperación industrial, en la que los sistemas interactúen íntimamente con otros iguales o con personas, acabando con las actividades centralizadas y aisladas. En donde la autogestión será la base de la relación con los clientes, los proveedores y los empleados.

Colombia necesita que se continúe avanzando en este sentido, en perfecta armonía entre los actores privados y públicos, pues de ellos dependerá directamente la competitividad y la proyección de nuestro país.

*Experto en tecnología.