Cortinas del diamanete, una catarata rodeada de árboles entre los municipios de Uribe y Mesetas. | Foto: David Amado

NATURALEZA

Visite las cascadas del Meta

Este departamento cuenta con una increíble reserva de recursos hídricos. Cascadas, caños y piscinas naturales son sus protagonistas.

30 de septiembre de 2019

A 16 kilómetros del casco urbano del municipio de Uribe se encuentra el cañón del río Guape. Sus aguas color verde manzana y albahaca son recorridas por turistas que descienden flotando en neumáticos de colores. A través de formaciones de rocas erosionadas por el agua, los guácharos revolotean en el paisaje kárstico. Los cantos de estos pájaros nocturnos, que descansan de día entre grutas y cuevas, son un bello regalo de la naturaleza a los aventureros que exploran las aguas de un río recién descubierto para el ecoturismo, gracias a los acuerdos de paz.

El río Guape es la división geográfica entre las poblaciones de Uribe y Mesetas, y es uno de los atractivos naturales que lleva más viajeros a esta zona debido a la belleza de su paisaje hídrico, que puede disfrutarse practicando tubing. Hay varios operadores ecoturísticos que ofrecen este servicio en el río Guape, que se han organizado para crear cadenas de economía que beneficien a varios colectivos. Este tipo de iniciativas asociativas son promovidas y acompañadas desde el Instituto de Turismo del Meta. Es decir, coordinadas desde el alto gobierno del departamento.

Entre Uribe y Mesetas, además del cañón del río Guape, hay una intrincada red de caños, pozos y cascadas. Un entramado fluvial que se interconecta en varias direcciones de la selva del piedemonte, para desembocar en los ríos Güejar y Guape. En el caño El Diamante se encuentra Cortinas del Diamante, una amplia catarata rodeada de árboles colosales. En el caño La Dusana se ubican el circuito conocido como siete cascadas y la Cascada del Amor.

En la carretera que une a los dos municipios se halla el puente de Jardín de Peñas, sobre el caño Las Feas. Un lugar para observar el Chiflón Peñas, una caída de agua de 15 metros entre extrañas hendiduras de roca, donde se forman torrentes que se precipitan hasta el Güejar. En esa misma carretera es posible encontrar el caño Pailas, un bello tramo con numerosas lajas de piedra y piscinas naturales tan azules como el cielo que reflejan.

Lea también: Una laguna con forma de Colombia. Este y otros paisajes imperdibles del Meta

En Mesetas hay un numeroso inventario de riquezas hídricas. Fue en la vereda Buena Vista de este municipio donde, en junio de 2017, se llevó a cabo el acto de dejación de armas de las Farc. Muy cerca de allí, en la vereda Cafetales, se encuentra la majestuosa cascada Salto La Cortina. Una caída de agua de aproximadamente 500 metros, cuya altura y corrientes de aire producen que el agua se devuelva. Por eso los habitantes de la zona la describen como la cascada que llueve hacia arriba. Debido a su posición geográfica, este salto es un mirador natural de la selva virgen del Parque Natural Sierra de La Macarena.

En la vereda La Argentina, a 23 kilómetros del centro urbano de Mesetas, en carro o moto por una vía destapada y luego a pie, por un sendero ecológico, se llega al salto Arenales. Una cascada de 60 metros que se dispersa en un pozo rodeado por una playa de arena. Siguiendo ese sendero ecológico durante un par de kilómetros a través de la manigua, se encuentra el salto Santo Domingo, una gran caída de agua de 150 metros rodeada por una exótica formación de rocas. En el mismo sector se encuentran las piscinas Santo Domingo, unas pocetas naturales, amplias y refrescantes, para el descanso de los visitantes.

Muy cerca del casco urbano de Mesetas, a solo cuatro kilómetros, las piscinas del Lucía se abren entre terrazas de piedras grises y ocres, ofreciendo varios metros de agua a lo largo y ancho del cauce en el que forman un jacuzzi natural. Vía al municipio de Granada, en el kilómetro 3, se encuentra la unión entre los ríos Güejar y Lucía, que confluyen en las piscinas El Limón. Estas albercas tienen más de 500 metros de playa, lo que las convierten en un escenario ideal para baños y paseos en familia. Este inventario de tesoros ácueos de Mesetas es mucho más amplio y está siendo acondicionado para el ecoturismo, el cual debe pasar por estudios de carga para asegurar su sostenibilidad con el medioambiente.

No obstante, el pleno desarrollo ecoturístico de Mesetas se puede observar en la organización de operadores y proveedores, con su respectivo Registro Nacional de Turismo, que llevan a viajeros nacionales e internacionales al cañón del río Güejar. Los visitantes llegan atraídos por la posibilidad de practicar rafting en este formidable río, cuyas aguas están catalogadas en categoría 3 –el nivel más alto es 5– y ofrecen rápidos con corrientes muy fuertes.

El recorrido total del canotaje, que atraviesa el cañón del Güejar, tiene una extensión de 17 kilómetros y una duración de casi seis horas. Esto incluye almuerzos y refrigerio, los cuales están a cargo de distintos proveedores locales, que a su vez ofrecen el transporte, las balsas, las guías, etcétera. De esta manera, la riqueza turística del lugar es repartida entre varias asociaciones, para evitar así un monopolio. El recorrido también se destaca por las descomunales rocas antiguas y los vuelos de las mariposas azules, naranjas y amarillas recortadas entre la brisa.