El estilismo es fundamental para reflejar la esencia del diseñador. Además de los ’looks‘, incluye el maquillaje y peinado de las modelos. | Foto: Istock

Raíces colombianas

Conozca el 'backstage' de una semana de la moda

Tras bambalinas se vive gran parte de la magia. Un desfile dura minutos, su preparación, ¡varios meses! Estas son las personas que garantizan que todo funcione.

María Lozano Rojas*
24 de julio de 2017

Alrededor de 232.000 personas asisten a los más de 300 desfiles y presentaciones de la Semana de la Moda de Nueva York, que deja un recaudo cercano a los 880 millones de dólares. Apenas termina, comienza la London Fashion Week, que dura cinco días, recibe a más de 4.500 visitantes y ofrece 130 eventos. Desde la capital inglesa muchos asistentes toman un vuelo de una hora y 45 minutos hacia Milán, para darle paso a la excéntrica moda italiana. El evento transcurre durante seis días, tiene 155 presentaciones y a él acuden 10.000 espectadores. Para finalizar el mes de la moda, que ocurre dos veces al año, París abre sus puertas de la alta costura a más de 5.000 personas que podrán ver 139 presentaciones y desfiles.

Cuando comienza un nuevo año, las grandes casas de moda alrededor del mundo como Dior, Fendi y Chanel llevan un buen tiempo planeando su próximo desfile de prêt-à-porter. Para esto, contratan a grandes agencias de comunicación, relaciones públicas y consultoras que ayudan a definir el concepto del desfile, su producción, el patrocinio de las marcas, la localización y la lista de asistentes.

Una vez definido el concepto creativo, le sigue la producción. Esta debe responder a las preguntas ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? y ¿qué? Lo más importante: mantener la esencia de la marca o casa de moda, al adaptar las tendencias tanto de estilo, como digitales y globales.

Los encargados de relaciones públicas cumplen un rol primordial en las semanas de la moda. Ellos manejan y administran las front rows, que ocupan las personas más influyentes de la industria, editores de moda y hoy, también los bloggers e influencers –con lo que ello signifique–; y todos los asientos que le siguen. La lista de asistentes, las invitaciones, los VIP, el check-in en la puerta del evento, quienes pueden estar en el backstage; son todos fruto de las agencias de relaciones públicas.

Creo Consulting es un claro ejemplo del papel esencial que cumplen estas agencias en la industria. Creada por las colombianas Giovanna Campagna y Cloclo Echavarría, está posicionando a diseñadores de América Latina en el radar internacional. Johanna Ortiz, una de sus clientes, llegó a su pico de fama en 2015 junto a la asesoría de Creo.

Son muchos los detalles que deben coordinarse antes de un desfile y seleccionar a las modelos es uno de los más importantes. Las grandes agencias internacionales envían a sus talentos a los temidos castings. Cada diseñador tiene su propio casting y agencias que lo realizan. Barbara Nicoli y Leila Ananna son el dúo influyente en el sector, ellas eligen quiénes desfilarán para Saint Laurent, Gucci y Valentino.

Poco antes del debut de la colección, se planea cada uno de los looks que se verán en la pasarela. Es el momento de los estilistas, quienes tienen la habilidad de escoger piezas y accesorios que vayan en perfecta coordinación con el estilo que identifica la naturaleza y la esencia del diseñador.

En el mes más corto del año, los diseñadores empiezan a mostrar sus colecciones en pasarelas en las cuatro capitales de la moda: Nueva York, Londres, Milán y París, las cuales duran máximo 15 minutos. ¿Qué sigue después? Es el turno de los editores, y críticos de moda, como la colombiana Nina García. La crítica está encaminada a estudiar periodísticamente la manera en que el diseñador reflejó las situaciones políticas, económicas y sociales y las adaptó a su estética y esencia, dándoles así un valor único.

Editoras de moda como Grace Coddington, Camilla Nickerson y Carine Roitfeld escriben artículos acerca de las colecciones, pero al mismo tiempo, analizan las tendencias, los talentos emergentes y empiezan a crear y desarrollar contenido visual para cada publicación. Es el turno de los editoriales.

La moda entra por los ojos. Está en las manos de los editores de moda contar una historia artística y creativa, proponiendo un estado anímico, a través de una fotografía, situando las prendas y accesorios de las últimas colecciones presentadas en un mismo contexto. En ese momento entran al juego fotógrafos de moda reconocidos como Peter Lindbergh, Steven Meisel, Patrick Demarchelier o Mario Testino.

Así se mueve la industria de la moda en cada temporada. Le sirven de motor esas miles de personas que en forma anónima están constantemente haciendo que este mundo de prendas fascine a todos, en una dimensión global.  

*Periodista de moda.