Las estrategias de la Secretaría de Educación de Pasto comprenden importantes inversiones en infraestructura. | Foto: Henry Unigarro

CULTURA

La buena enseñanza pastusa

En Pasto se encuentra el mejor colegio oficial de Colombia y la institución con el mayor número de beneficiarios de Ser pilo paga. Para mantener e impulsar estos logros, la Secretaría de Educación ha puesto en marcha novedosas iniciativas.

2 de octubre de 2017

Cómo avanza la educación en Pasto? Esta inquietud dio origen al Proyecto Innovador Educativo Municipal para los Saberes y la Alternatividad (Piemsa), brújula de un sector fundamental que hoy muestra resultados significativos para la ciudad.

El año pasado, en un periodo de tres meses y en el marco de un proceso de retroalimentación, las 51 instituciones educativas de Pasto participaron en 14 mesas de trabajo en las que socializaron las estrategias de su proyecto educativo, resaltando sus ventajas y dificultades.

Piedad Figueroa Arévalo, subsecretaria de Calidad Educativa de la Secretaría de Educación Municipal, señala que en estas mesas de trabajo los asistentes entendieron que en Pasto hay instituciones con proyectos educativos muy bien formulados.

Piemsa se convirtió entonces en una dinámica que ha comprometido a la Secretaría de Educación en varios aspectos, entre ellos el diseño de un proyecto de convivencia escolar que entró en vigencia tras la realización de 14 mesas de trabajo en 28 colegios. La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Policía Nacional, la Secretaría de Tránsito, la Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Salud, la Fiscalía, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Personería Municipal, generó un proceso de articulación que dejó a un lado el viejo modelo según el cual cada plantel educativo hace su trabajo bajo su propio criterio, sin planeación.

Dignificar los ambientes pedagógicos

Además de la puesta en marcha de programas como Piemsa, la secretaría tiene claro que una educación íntegra y humana debe incluir espacios dignos e inclusivos para los estudiantes, que contribuyan a cerrar las brechas entre el sector urbano y el rural. Eso quiere decir que es necesario ampliar la cobertura en número de colegios y garantizar salones de clase espaciosos, bien iluminados y con mobiliario en buenas condiciones, entre otros aspectos claves de mejorar. Todas las inversiones en infraestructura hechas en el último año “apuestan por la esperanza, porque ningún niño se quede por fuera del sistema educativo”, sostiene el funcionario.

Actualmente, el municipio tiene tres grandes convenios para realizar obras que permitan construir y ampliar la infraestructura educativa. Por medio del primero, con Findeter (Convenio 620), se construirán ocho nuevos colegios, entre rurales y urbanos. La inversión supera los 12.000 millones de pesos. Tres ya han sido entregados: uno en La Caldera, otro en la Ciudadela de La Paz y en Cabrera. Los cinco que quedan estarán listos en abril de 2018. El segundo convenio, con el Fondo de Adaptación del gobierno nacional, permitió edificar dos nuevos colegios en el corregimiento de Catambuco, con una inversión superior a los 6.000 millones de pesos. Y el tercero, con el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa y el Ministerio de Educación Nacional, ha viabilizado 17 proyectos que beneficiarán a más de 10.000 estudiantes, con una inversión de 66.000 millones de pesos.

Por otro lado se destacan un proyecto de dotación de comedores y cocinas a tres escuelas, que beneficia a 576 estudiantes y tuvo una inversión de 88 millones de pesos, y otro de reposición completa del mobiliario escolar para todo el sector rural: 90 escuelas a las que asisten 11.181 estudiantes que recibieron pupitres nuevos en 2017 tras una inversión de 1.354 millones de pesos.

Aunque los números dan cuenta del alcance de todas estas iniciativas, Figueroa prefiere destacar el impacto de la educación más allá de las cifras y el cemento: “Desde el pupitre se comienza a escribir la historia de un niño y de su sociedad. El mueble se deteriora con el tiempo, pero lo que permanece en la memoria del niño queda para siempre”.