En 1991 se expidió la ley que eliminó a Colpuertos y creó un sistema de concesiones portuarias. | Foto: Héctor Rico

HISTORIA

El día en que se privatizaron los puertos

En 1991, bajo el mandato de César Gaviria, se expidió la ley que eliminó a Colpuertos y creó un sistema de concesiones portuarias que le dio otro aire al sector. Así lo recuerda el expresidente.

César Gaviria*
9 de noviembre de 2017

Para contradecir el escepticismo de muchos analistas, a quienes les parece difícil que la realidad del país pueda cambiar (especialmente en temas como la justicia, la salud, o las pensiones), los invito a que recordemos la experiencia que vivimos con los puertos en 1990. Hasta ese año, la sociedad colombiana parecía impotente ante los abusos de Colpuertos y su poderoso sindicato. A pesar de sus lamentables resultados, y de que su gestión era un verdadero cuello de botella para el desarrollo de la Nación, se pensaba que era imposible liquidar la empresa y privatizar los servicios portuarios.

Mi determinación de poner fin a la situación, un buen proyecto preparado por los técnicos del DNP, y el desgaste que acusaban los colombianos por los abusos de esta empresa se conjugaron para producir rápidamente una reforma que, a la luz de la experiencia, ha sido ejemplar. Fue así como unos pocos meses después de iniciado mi gobierno, firmé la Ley 1 de 1991, que liquidó Colpuertos y creó un sistema de concesiones portuarias que revolucionó el sector y produjo excelentes resultados. (Los más importantes se pueden ver en el recuadro*).

César Gaviria (centro), en el día de la inauguración de las Sociedades Portuarias, en Cartagena.

Tareas por cumplir

A pesar de todos los avances, los informes del Índice de Competitividad Global nos recuerdan que todavía falta mucho por hacer. Según estos reportes, los puertos colombianos tienen una calificación relativamente baja y ocupan el puesto 83 entre 134 países (Chile, en cambio, se ubica en el puesto 34; y Panamá, en el 5).

Los problemas que les restan competitividad tienen dos causas principales; primero, las deficientes carreteras que los conectan a los centros de producción y consumo, pero también ocurre que algunos puertos (como los de Santa Marta y Buenaventura) están rodeados de ciudades con tortuosos accesos viales que suponen demoras y sobrecostos al movimiento de la carga. Y segundo, las evitables dificultades que les imponen las aduanas y los controles del tráfico de drogas y contrabando.

Hoy, más de 25 años después de que el puerto de Cartagena era controlado por Colpuertos, funcionan en la bahía 25 sociedades portuarias, públicas y privadas, que movilizan casi 40 millones de toneladas. A través de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (SPRC), que opera el puerto que fue de Colpuertos en Manga, el año pasado, entre sus dos terminales, se movilizaron más de 20 millones de toneladas.

Desde 1993, la SPRC se ha modernizado en forma acelerada. Su infraestructura es notable, su personal y sus equipos de logística son altamente sofisticados y sus indicadores de eficiencia son admirables. Su operación de contenedores, especialmente después de la adquisición de Contecar, movilizó 2,4 millones de TEU en 2016. La empresa, además, crece de forma acelerada en el negocio de los transbordos y moviliza el 98 por ciento de los pasajeros cruceristas que visitan Colombia.

Esta evidencia me ratifica en mi convencimiento de que, por medio de reformas bien concebidas, con liderazgo y decisión, el país puede superar muchos de los problemas que hoy parecen insolubles.

*Excelentes resultados

1. El moderno sistema portuario que pusimos en marcha apoyó efectivamente al dinámico crecimiento del comercio exterior colombiano, que aumentó de 11.000 millones de doláres en 1990, a más de 76.000 millones, en 2016.

2. A finales de la década de los ochenta, Colpuertos movilizaba, de mala manera, menos de 5 millones de toneladas por año. En 2016 pasaron por nuestros puertos más de 200 millones de toneladas, cifra que incluye, por supuesto, lo correspondiente a la carga de las exportaciones mineras y petroleras.

3. Lejos del monopolio de Colpuertos hoy el país tiene, según la Superintendencia de Puertos y Transporte, más de 68 sociedades portuarias. Y también funcionan 18 sociedades portuarias fluviales en sus principales ríos.

4. El diseño de las concesiones permite la especialización y, sobre todo, hace posible la competencia entre los puertos. Solo en la bahía de Cartagena, por ejemplo, existen 13 sociedades portuarias de servicio público, varias especializadas en algunos tipos de carga, contenedores, graneles y carga general. Y, en Buenaventura, operan cuatro dinámicas sociedades portuarias de servicio público.

5. La modernización de los principales puertos de Colombia es evidente. En las últimas décadas se han realizado multimillonarias inversiones en equipos sofisticados, grúas, sistemas y dragados de los canales de acceso, obras que han puesto a nuestros puertos al nivel de los mejores de la región.

6. La inversión extranjera, proveniente de grandes firmas de escala mundial, ha aumentado de manera notoria en los principales puertos del país. Esta contribuye a la profundización del modelo de concesiones, a ampliar la competencia y a mejorar sus servicios para la economía colombiana.

*Expresidente de Colombia.

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