Cerca de 1.800 especies de fauna silvestre han sido liberadas gracias al trabajo del Centro de Atención y Valoración. Foto: Cortesía AMVA

MEDIOAMBIENTE

Así recuperan su vida las especies maltratadas

En lo corrido del año, cerca de 1.800 especies han sido liberadas, pero necesitarán un largo tiempo para regresar a su entorno.

27 de octubre de 2017

Se dice que el tráfico de especies silvestres es uno de los negocios ilícitos más rentables en el mundo, superado únicamente por el de drogas y el de armas. También, que nueve de cada diez animales extraídos de su hábitat natural mueren por cuenta de los maltratos a los que los someten sus captores.

Este es el panorama al que se enfrenta la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que por medio de su oficina de Control y Vigilancia se dedica a frenar el tráfico y comercio de fauna silvestre y a rescatar, rehabilitar y reubicar ejemplares removidos de su entorno.

“Cuando recuperamos un animal, tenemos que quitarle su dependencia de los seres humanos para que reaprenda a buscar su comida y a defenderse de sus predadores”, cuenta Ana Cecilia Arbeláez, líder de Control y Vigilancia de la Subdirección Ambiental. Lleva a cabo esta labor el Centro de Atención y Valoración (CAV) de fauna silvestre, ubicado en el municipio de Barbosa y administrado por el Área Metropolitana.

El Área Metropolitana busca que los animales silvestres no estén encerrados en jaulas. Foto: Cortesía AMVA

En lo que va de este año, al CAV han ingresado cerca de 4.200 animales: unos 860 reptiles, 500 aves, 350 mamíferos y otro número de anfibios, peces e incluso arácnidos y crustáceos, de los cuales ha liberado o reubicado casi 1.800. Sin embargo, pocas de esas especies son nativas del Valle de Aburrá y tendrán que viajar largas distancias para encontrar su hábitat natural. Por eso el Área trabaja con otras autoridades ambientales como Cornare, Corantioquia, Corpoamazonia y Cardique, para identificar de dónde proviene el animal y liberarlo en su hábitat.

La oficina de Control y Vigilancia también se dedica a crear conciencia en las comunidades. De acuerdo con Arbeláez, es un problema cultural. “Las personas desconocen que cada especie cumple una función biológica en el medio natural donde debería estar y que tener el animal como compañía evita que la cumpla”.

El Área Metropolitana busca que los animales silvestres habiten en sus entornos naturales y no encerrados en jaulas para el disfrute humano. Cada ejemplar que recibe la oportunidad de vivir en el entorno que merece comprueba que el esfuerzo vale la pena.