En el Valle se han empezado a formar los más ‘porras’ del país

Las políticas educativas que solo tienen en cuenta el rendimiento escolar de los estudiantes van en contravía de los tiempos que corren. Hoy se busca capacitar a los alumnos de una manera más integral, más allá de las tareas, las repeticiones o las pruebas de memoria. Y se les debe garantizar el bienestar durante su formación inicial; las niñas y niños deben contar con los espacios indicados, con las herramientas necesarias, los uniformes adecuados, la nutrición requerida y profesores dedicados a ellos. En eso, justamente, trabaja la Gorbernación del Valle.

La implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) a nivel nacional es uno de los mayores retos para las administraciones departamentales; no han sido pocos los escándalos de corrupción debido a los malos manejos que se les ha dado a estos recursos en algunas regiones del país. Pero en tierras vallecaucanas ha habido una gestión clara. Mientras en 2016 el PAE llegaba a 65.700 alumnos, para finales de 2019 atenderá a 132.000, más del doble. Además, el pasado mes de julio la gobernadora Dilian Francisca Toro anunció un incremento en el presupuesto de 6.000 millones de pesos para el programa. Con este “se asegura la cobertura del ciento por ciento de las instituciones educativas y de la comunidad estudiantil departamental”.

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Este aumento presupuestal se verá reflejado en el nuevo modelo del Plan de Alimentación Escolar presentado por la Gobernación para el segundo semestre de 2019. El programa está operado por tres contratistas y cada uno de ellos se encarga de suministrar los refrigerios en las 149 instituciones educativas de los 34 municipios no certificados, es decir, los más pequeños del departamento y que dependen directamente de la Gobernación. Como lo explica el secretario de Educación del Valle del Cauca, Édinson Tigreros Herrera, “el proceso contractual se realizó a través de la Bolsa Mercantil de Colombia para garantizar la transparencia de la iniciativa”.

Los más porras

Este es el nombre del programa desarrollado por la Gobernación para facilitar el acceso a la educación superior de los jóvenes más estudiosos del departamento. Si usted no es vallecaucano, y lo sorprende el término, le aclaramos que en la región la palabra ‘porra’, significa eso, ‘aplicado, dedicado, inteligente’. Es muy común que las madres orgullosas digan: “¡Mi hija (hijo) es una porra!”. Por medio de esta iniciativa los alumnos reciben, además de una beca del ciento por ciento en la matrícula, apoyo económico para su alimentación, el transporte y la estadía.

Además, tienen acceso a una asesoría educativa para escoger la carrera que quieren estudiar. “Los chicos realizan un ‘semestre cero’ para fortalecer capacidades como lectura crítica, análisis y matemáticas. Así pueden elegir con mayor conciencia y se disminuye la tasa de deserción”, explica Ana Milena Ortiz, subsecretaria de Calidad de Educación departamental.

Ya se han realizado dos convocatorias: la primera en 2017, con la que se beneficiaron 130 estudiantes; y la segunda, en 2018, con 115. La oferta educativa incluye más de 180 programas académicos que ofrece la Universidad del Valle en sus ocho sedes a nivel departamental y se han invertido cerca de 10.000 millones de pesos anuales, que se obtienen a través del Sistema General de Regalías.