El sistema ferroviario de Estados Unidos y algunos en el Reino Unido fueron financiados dando tierras en reposición o el derecho a comprar los terrenos cercanos a las vías. | Foto: iStock

INTERNACIONAL

Los británicos saben hacerlo, sigamos su ejemplo en redes ferroviarias

Marcus Mayers, un experto en sistemas férreos que conoce las carrileras colombianas, da cinco consejos que el país debería tener en cuenta para contar con una red de ferrocarriles saludable y funcional.

2 de octubre de 2018

El alto costo financiero que representa hacer un ferrocarril lo justifica su bajo costo operacional. Esta es solo una de las ventajas que destaca el experto en sistemas férreos Marcus Mayers, director de desarrollo comercial de Rail Alliance. Con más de 20 años de experiencia en el sector y un amplio conocimiento del territorio colombiano, se muestra optimista y cree que hay grandes oportunidades para el crecimiento económico de Colombia si se cuenta con una red ferroviaria nacional que tenga presente estos consejos.

Entender y planear

“Un ferrocarril debe construirse sabiendo que su fin puede ser descongestionar las vías o generar nuevas oportunidades de negocio, lo ideal es que pueda cumplir con ambos objetivos. Para que esto ocurra todos los proyectos ferroviarios deben pensarse dentro de una red nacional, pues un ferrocarril aislado no generará grandes beneficios para las comunidades que cuentan con este”. Para Mayers, sin conexión con el puerto de Santa Marta, el corredor férreo central no generaría grandes beneficios.

Legislación

“Debe haber una regulación que garantice que la planeación ocurra, para esto se pueden necesitar nuevas leyes. En el Reino Unido, se requiere de una que apruebe la construcción de todas las vías férreas nuevas. No digo que Colombia debería hacer lo mismo, pero estas construcciones deben considerarse políticamente a largo plazo, para garantizar que todos los trenes tengan los mismos estándares”.

Un control central

Además de tener parámetros comunes, el país debe tener un control central que asegure un flujo sin trabas de los trenes. “Si cada vía férrea establece sus propios estándares operacionales es como si cada empresa de buses definiera cuántas luces tienen sus carros”. Un organismo central se encargaría de que los estándares sean regulados y que los bienes y servicios transiten libremente por las carrileras.

Financiación

Para Mayers, cuando un gobierno planifica su sistema férreo debe hacerlo de la mano de un plan de tierras. “El sistema ferroviario de Estados Unidos, y algunos en el Reino Unido, fueron financiados dando tierras en reposición o el derecho a comprar los terrenos adyacentes a las vías”. Cuando esto no es una opción, explica el experto, la isla grava a las empresas grandes que están en la vía para ayudar a su financiación.

Rehabilitación

Primero hay que desarrollar un plan a largo plazo, identificar los principales nodos por conectar, como puertos y ciudades, y entender cómo fluyen estos carriles. Por ejemplo, una vía desde Cartagena al corredor central le serviría a La Dorada pero no a Bogotá o Medellín, y una carrilera desde estas ciudades no llegaría a La Heroica. Ambos proyectos son importantes pero “uno de ellos debe priorizarse. El primer proyecto podría no ser rentable, pero sin el segundo sería irrealizable”. Solo cuando ambos se completen se apreciará el valor real del ferrocarril.