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Elvira Cuervo de Jaramillo, ministra de Cultura

Entrevista

‘A la cultura no le dejaron ni un flanco libre’

La ministra de Cultura, Elvira Cuervo de Jaramillo, se había mantenido alejada del debate sobre cómo la Reforma Tributaria afectará al sector cultural. Rompe su silencio en entrevista con SEMANA.

23 de septiembre de 2006

SEMANA: Hasta ahora se han oído las opiniones de mucha gente sobre las consecuencias que le traería a la cultura del país una eventual aprobación de la reforma tributaria. ¿Cuál es la suya?

Elvira Cuervo De Jaramillo: La reforma tributaria es muy grave para el sector cultural. Yo he puesto un símil que es el cuadro de San Sebastián, en el que está contra una pared y le lanzan saetas y lanzas y no le dejan un flanco libre. Así le fue a la cultura con esta reforma tributaria. Afortunadamente he tenido una gran receptividad por parte del Presidente de la República, que se ha mostrado muy preocupado con varios temas que afectan a la cultura, y noto un poco más de prudencia por parte del Ministerio de Hacienda.

SEMANA: Los temas culturales que afecta la reforma son muchos, así que empecemos por la ley del libro.

E.C.J.: La semana antepasada recibí una llamada del Presidente de la República en la cual me informaba que la reforma tributaria no va a tocar la ley del libro y me pidió el favor de que hiciéramos una divulgación al respecto.

SEMANA: Eso quiere decir que la ley del libro quedaría igual en todo. Incluidos medios impresos.

E.C.J.: Bueno, por lo menos la voluntad del gobierno es que siga igual, vamos a ver qué pasa en el Congreso. Ese es otro tema del que estaremos muy pendientes.

SEMANA: ¿No se cambiarán las reglas de juego para las editoriales que surjan de aquí en adelante, como lo planteó el presidente Uribe en el congreso de Andigraf'

E.C.J.: Para los que entren ahora evidentemente va a haber un cambio, pero para los que ya están dentro del régimen no se va a tocar. Pero dentro de siete años, al terminarse la vigencia de la ley del libro, con seguridad este sector dejará de tener estos incentivos tributarios tan importantes. Creo que a las industrias nuevas hay que decirles que esos incentivos ya no los cobijan, y evidentemente se puede desestimular un poco la llegada de nuevos capitales para la industria editorial.

SEMANA: Pero en Chile sucedió eso y se acabó prácticamente con la industria editorial...

E.C.J.: Y nos puede pasar a nosotros dentro de siete años. El Presidente me dijo que el sector editorial se regiría por unas nuevas reglas de juego.

SEMANA: ¿Qué va a pasar con la actual ley del cine?

E.C.J.: La ley del cine ha sido muy debatida con el Ministerio de Hacienda y estamos todavía en discusiones. Esta ley ha producido un auge en la producción del cine muy grande y estamos muy satisfechos con eso. No sería coherente que un gobierno que expide una ley de cine exitosa sea el mismo que la derogue.

SEMANA: Uno de los aspectos que más ha ayudado a impulsar el cine nacional ha sido la inversión privada ¿Qué pasaría si se desestimula esta inversión?

E.C.J.: Confío plenamente en que la ley del cine, bien sea por decisión del Ministerio de Hacienda o por defensa del Congreso de la República, se mantenga igual. Sería muy grave que se acuñe esa frase de que 'ya que estamos tan contentos en esta fiesta, por qué no nos vamos para otra parte'. Eso no tendría sentido.

SEMANA: ¿Cuál sería el efecto real si se acaban los estímulos a las donaciones?

E.C.J.: Las donaciones a la cultura tienen actualmente una exención del 30 por ciento y lo que quisiera el sector de la cultura es que se aumentara al 125 por ciento, como lo tienen las universidades y otras instituciones que reciben donaciones y pueden deducir de la renta líquida ese 125 por ciento. De manera que la reforma tributaria no sólo no nos otorga lo que habíamos pedido sino que elimina cualquier beneficio.

SEMANA: ¿Qué tan importante es el apoyo de la empresa privada para la subsistencia de la cultura?

E.C.J.: El sector cultural ha ido creando una estrecha relación con el sector privado y no hay un sólo proyecto cultural que no tenga su apoyo. Si lo eliminan y, como me decía el Ministro de Hacienda, ponen el dinero en el presupuesto del Ministerio, no habría plata para atender todos estos proyectos que sobreviven gracias al apoyo privado.

SEMANA: Algunos críticos dicen que este apoyo no es tan significativo.

E.C.J.: El apoyo todavía es muy incipiente porque el incentivo no es muy atractivo, pero terminarlo sería un gran error por dos motivos filosóficos, que me parecen muy graves. Suponiendo que nos dieran todos los recursos al Ministerio de Cultura para financiar estos proyectos, ¿cómo se reparte ese dinero? ¿Cómo le digo a Fanny Mikey que el Estado le da 18.000 millones para financiar el festival de teatro, y a otro festival, como el de Manizales, le digo que no se los da? Podría ser absolutamente potestativo del Ministro de Cultura de turno establecer a quién le da y a quién no le da, cosa que me parece gravísima. Segundo, en un régimen que no fuera absolutamente amplio y equitativo, podríamos intervenir y decir "ese grupo de danza no me gusta así, debe hacerlo de otra forma porque es el Estado el que está pagando todo". Este tema se lo expuse al Presidente y lo dejó muy preocupado. Creo que lo de las donaciones también se puede salvar si él mismo interviene. Lo estamos tratando de convencer del 125 por ciento, que sería el ideal porque descargaría al Estado de una muy grande responsabilidad presupuestal.

SEMANA: También se dice que ciertas donaciones no benefician a proyectos culturales como tal. ¿Cómo hacer para encaminar estas donaciones?

E.C.J.: Sí puede suceder. El Ministerio ha pasado la propuesta al Ministerio de Hacienda de crear un banco de proyectos culturales que registre las mayores y más importantes manifestaciones artísticas de todo el país. Entonces este banco avalaría el proyecto, y con ese certificado este puede ir a la entidad, a la fundación, a la asociación sin ánimo de lucro y acceder a las donaciones.

SEMANA: Alejandro Gaviria, en su columna de 'El Espectador', dijo que las exenciones se usan más que todo para subsidiar a los productores y consumidores de conciertos de 'reggaetón', revistas de farándula y películas de Hollywood. ¿Qué dice sobre esto?

E.C.J.: Esto es absolutamente falso y me parece muy raro que Alejandro Gaviria, que ha estado tan vinculado al quehacer nacional, diga semejantes barbaridades. Las exenciones benefician a todo el sector cultural, de manera que no es sólo al reggaeton.

SEMANA: ¿Qué pasaría con la conservación de patrimonio con esta reforma?

E.C.J.: El patrimonio es un tema complicado por la falta de recursos. El Ministerio de Cultura tiene 1.116 monumentos nacionales registrados y tenemos 12.000 millones de pesos para mantenerlos, conservarlos y restaurarlos. Estos monumentos, por los años de servicio que han tenido, son edificaciones muy frágiles y para restaurarlos se necesita una gran cantidad de dinero. Cada monumento requiere una inversión de 1.000 millones o 2.000 millones de pesos y con 12.000 millones de pesos, sólo podemos atender seis o siete monumentos en el país. Hasta ahora los propietarios de estos monumentos tienen unas exenciones en el impuesto a la renta y unas deducciones en los servicios públicos y en el impuesto predial decretados municipalmente. Además se les deducen las inversiones que hacen para mejoras del patrimonio. Eso también se eliminaría, lo cual es gravísimo porque no habría ningún incentivo para que la gente viva y conserve el patrimonio arquitectónico del país.