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ADELANTE, ATRAS... ATRAS, ADELANTE

Las nuevas tendencias de la pintura norteamericana reivindican la figuración como arte de vanguardia.

20 de septiembre de 1982

Según parece, si se quiere ser de avanzada hay que quedarse atrás. Esto es lo que más o menos indica el nuevo estilo de pintura norteamericana que se puede observar por estos días en Nueva York, una mezcla de expresionismo figurativo, imagineria "punk" e imaginación infantil. Tal combinación, aunque original, ha producido resultados desiguales en lo referente a la presencia de un estilo verdaderamente sólido. El estilo se ha formado más bien por medio de coincidencias: diversos artistas convergen en la expresión de algunos temas de interés socio-cultural sin que haya en realidad un foco cultural definitivo. Pero tal vez esto sea la indicación del cambio.
La nueva pintura norteamericana se halla representada en el trabajo de artistas que de alguna manera incluyen huellas conceptualistas como Judy Pfaff y Jonathan Borofsky, quienes hacen instalaciones que combinan escultura y pintura (o dibujo) para crear situaciones espaciales reales.
Otros pintores destruyen el sentido tradicional de la pintura (aun usando la figuración) al utilizar frecuentemente el díptico (Peter Julian, Francesco Clemente)
Los temas más tratados generalmente son la violencia (social, sexual, racial), el sexo (normal y 'anormal'), la destrucción física, la muerte e irónicamente, la descripción de lugares privados (casa, comedor y especialmente el baño). Las connotaciones políticas son siempre muy claras, aunque nunca absolutamente comprometidas, como es el caso de Julian Schnabel a quien muchos críticos y galeristas consideran el "golden boy" de la nueva escuela. Uno de sus más famosos cuadros se titula "La fraudulenta alianza entre el capital y el trabajo" y presenta a un desempleado (sobre fondo oscuro) alargando una mano en señal de angustia, mientras que en la otra parte de la obra, residuos de basura industrial flotan sobre fondo azul claro. La metáfora no podría ser más directa.
Pero lo realmente importante de la actual época artística en los Estados Unidos es que a pesar de la política anticultural de Reagan, las organizaciones estatales y municipales están subvencionando artistas para que ejecuten trabajos en lugares de concurrencia pública como trenes subterráneos, estaciones de trenes, plazas y muros exteriores de edificios. Así han participado artistas tan importantes como Les Levine, Dan Flavin y Alice Aycock. Y si es cierto que la figura destrozada o descompuesta, ha tenido una reaparición arrolladora, también es cierto que artistas de otras tendencias siguen trabajando con bastante éxito.
Lo realmente sorprendente de las nuevas tendencias norteamericanas (que no son muy diferentes de las europeas nuevas) es que colocan a muchos artistas colombianos a la vanguardia y a la par de sus colegas mundiales. Aunque la figuración no había desaparecido del todo ni en Estados Unidos y Europa y menos en Colombia, lo que es nuevo en todos los sitios con respecto a la figuración es el deseo de los artistas de que su lenguaje sea entendido y percibido por un público diferente al público tradicional del arte o élite, como lo llamarían algunos.
Es muy posible que las exigencias políticas del medio colombiano hayan logrado unificar a ciertos artistas dentro de un estilo que, como el de Schnabel, no está rígidamente comprometido con un dogma o corriente política, pero que sí se preocupa por aclarar situaciones sociales. Este nuevo estilo colombiano se diferencia del anterior "estilo político" (el del brazo levantado y el puño cerrado) porque las escenas descritas son íntimas o porque se encuentran desposeídas del heroicismo a lo mexicano de sus antecesoras.
Lo anterior, más una especie de despreocupación formal (aparente por supuesto), es lo que une el trabajo de artistas como María de la Paz Jaramillo, Ethel Gilmore (Medellín), Pedro Ramos, Luis Fernando Valencia, Marielena Bernal, José Alejandro Restrepo, Hernando González Arrázola y Nelly Rojas, a quienes se puede contar entre los serios experimentadores de la figuración nueva en Colombia.
Como lo sugiere la obra de Nelly Rojas ilustrada aquí, lo nuevo consiste en mezclar política, vida cotidiana y materiales en temas no tan simples.