Home

Cultura

Artículo

¿Agonizala Novela?

El fallo del reciente Premio Nacional de Novela revive la polémica de si la novela colombiana está tocando fondo.

13 de diciembre de 1993

MIENTRAS ALVARO MUTIS CONtinúa cosechando éxitos en el extranjero como uno de los más destacados escritores latinoamericanos de la última década, en Colombia el reciente fallo del jurado en el Concurso Nacional de Novela ha desatado una dura polémica alrededor de si la novela colombiana está en un período de crisis.
El tema se venía ocultando desde hace rato, entreotras cosas porque detrás de García Márquez, el propio Mutis, Alvaro Cepeda Zamudio y Manuel Mejía Vallejo maduraba una nueva generación que parecía servir de continuadora de ese gran boom de la década del 60. Ahí se incluían novelistas como R.H. Moreno-Durán,Germán Espinosa, Fernando Cruz Kronfly y Oscar Collazos, entre otros. Pero si bien esta ola de novelistas sigue escribiendo por profesión, lo cierto es que en algunos círculos de especialistas ha surgido la duda sobre sino será esta la última generación de escritores colombianos. Dos de ellos -Espinosa y Cruz Kronfly- fueron los encargados, al lado del nicaraguense Sergio Ramírez, de declarar desierto el concurso de novela de Colcultura entre más de 100 participantes. La razón: ninguna de las obras reunía las condiciones suficientes para merecer un galardón de tan alto rango.
El fallo dió para todo.Desde la declaración de algunos medios según la cual el panorama de la novela colombiana es desolador, hasta la del propio jurado, que advirtió que un concurso no es una buena medida para levantar semejante juicio. "Primero -dice Germán Espinosa-,porque generalmente los escritores profesionales no suelen concursar. Segundo, por la magnitud del evento. Si a cambio de un concurso nacional hubiera sido uno particular, con seguridad el premio se habría entregado ".
Otros criticaron la prepotencia del jurado al no conceder el premio por baja calidad. Fue el caso del escritor Nicolás Suescún, quien refutó la decisión asegurando que "es un acto de arrogancia, pues siempre hay una obra que sobresale de entre las demás".-
Aplaudido por unos y rechazado por otros, la verdad es que el pasado Concurso Nacional de Novela sirvió para llamar la atención sobre la realidad de este género en Colombia.
¿Por qué, a pesar de que el propio jurado está de acuerdo en que la novela colombiana no ha muerto, ya que los escritores profesionales prefieren publicar a concursar, en el fondo se siente una aguda crisis?
Varias son las causas del fenómeno. En primer lugar, la falta de lectores. "A mi modo de ver -comenta Oscar Collazos- en los últimos 15 años la novela colombiana goza de buena salud, pero de muy poco conocimiento. Escritores como Evelio Rosero, Juan José Hoyos y Alvaro Miranda, que ya han sido incluso publicados en el exterior, son muy poco conocidos en el país porque la labor de las editorales, de la crítica y de la prensa especializada no ha contribuido a difundirlos".
La segunda causa que ven los especialistas se desprende de la primera. Los medios audiovisuales han cultivado en los lectores el gusto por la realidad inmediata. En otros términos, cada día son más los lectores que prefieren un best-seller periodístico, con protagonistas de carne y hueso, a una novela de ficción con personajes nacidos de la fantasía. Y esto no sólo sucede en Colombia sino en todo el mundo. En la actualidad, para muchos es más interesante devorarse la vida de "El Mexicano" o de "El Chacal" que comprar la última novedad literaria. Los propios escritores han sentido la influencia de los medios informativos. Según Germán Espinosa, "muchas de las obras que participaron en el concurso eran más crónicas periodísticas que invenciones literarias. Los escritores jóvenes están confundiendo los géneros, lo que da una idea de la abrumadora presión del periodismo sobre la creación novelística".
El tercer origen de la crisis de la novela colombiana es la formación de los escritores. A pesar de que las facultades de literatura del país se han esforzado por preparar especialistas en la materia, la verdadera pasión, que debería ser inculcada en el bachillerato, está prácticamente anulada por la insuficiente preparación de los profesores. "Un profesor mediocre -comenta Espinosa- es incapaz de infundir en el estudiante el gusto por la literatura".
Sin embargo, el propio Espinosa reconoce que tanto Colombia como el mundo entero están pasando por una época tan congestionada de sucesos y de cambios, que es difícil no observar cierto estancamiento literario: "Nadie puede escribir sobre la guerra en medio de las balas, y, como siempre ha sucedido en literatura, la creación supone tomar distancia de los acontecimientos antes de transformarlos en una obra. Por eso creo que el a próximo 'boom'surgirá dentro de 25 ó 30 años, cuando esta sacudida mundial haya terminado. Así ha sido siempre".
Con todo, que la novela colombiana agoniza todavía está por verse. Aún muchos recuerdan el escándalo nacional de 1966, cuando unjurado encabezado por Germán Arciniegas declaró desierto el Premio Esso de Novela, el más importante del momento a nivel nacional.El reconocido historiador declaró públicamente que había que castigar la incapacidad de los novelistas colombianos. Faltaba menos de un año para que Gabriel García Márquez publicara Cien años de soledad. -