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AL ESTE DEL EDEN

CUATRO ARTISTAS FORMADOS EN EL EXTERIOR MUESTRAN SU PARTICULAR OPTICVA EN LA NUEVA SALA DE EXPOSICIONES DE LA CASA DE LA MONEDA.

6 de enero de 1997

Límite es una palabra sin buena reputación entre los creadores contemporáneos. La bandera del arte de este siglo ha sido destruir cualquier determinación. En este contexto se entiende el título de la muestra Fuera de Límite . Pero aquí límite tiene otra acepción, la geográfica, que los cuatro participantes han traspasado. María Fernanda Cardoso, Miguel Huertas, Liliana González y Juan Fernando Herrán son los ganadores de las becas 'Jóvenes Talentos' del Banco de la República, que han terminado su formación en Europa y Estados Unidos. Después de 10 años de este programa se reúnen en esta exposición para confrontar la solidez de su obra con el público y permitir una visión de conjunto de estéticas dispares que tienen en común el punto de vista del exterior. El distanciamiento de la realidad nacional, el encuentro con lo otro y esa posibilidad de alejarse de lo cotidiano para observarlo desde afuera se expresa en los lenguajes que proponen. Hay un aire internacional en sus conceptos y resultados, aunque con referencias claras a desarrollos propios. Quien realiza la mayor fusión entre códigos internacionales y reminiscencias nacionales tal vez sea Cardoso. Utilizando materiales naturales, como pirañas y caracoles, la artista realiza dos exuberantes ensamblajes. En ellos formas convencionales como la espiral o la repetición en serie se ven desbordados por el material salvaje de sus esculturas. La tensión entre la forma y su material crea una interesante reflexión sobre la fuerza de la naturaleza en un mundo industrial que ignora sus raíces oscuras.Miguel Huertas, por su parte, es un dibujante obsesionado por los procesos mismos de la creación. Sus trabajos están llenos de reflexiones sobre los materiales, la huella del tiempo, las posibilidades de la imagen. Y por el cuerpo, como elemento eternamente inacabado de un ciclo eterno, que el arte apenas puede captar puntualmente pero nunca en su entera dimensión cósmica. Juan Fernando Herrán se decide por un tema muy internacional, el de la arqueología urbana. Hace una pesquisa poética del cadáver de la gran ciudad, del inmenso fósil subterráneo de los ríos que la recorren. Por medio de mapas subterráneos de Londres, acompañados de textos que incitan a la aventura y de fotografías de grandes formatos, realiza una metáfora del detritus de esta civilización. La pintora Liliana González, al contrario, no ubica sus reflexiones sobre el afuera sino en la interioridad de la maternidad, el nacimiento, el cambio del cuerpo, los gérmenes de la vida en cuadros de grandes formatos con colores vibrantes y textos reflexivos.Estas cuatro propuestas cierran un ciclo de 10 años en el que jóvenes colombianos han podido observarse a sí mismos y al país desde afuera, logrando por lo tanto una geografía mental interesante que vale la pena observar en esta nueva sala de exposiciones de la ciudad.