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ALVARO SALVA ESTO

El ex candidato conservador regresa a la dirécción de El Siglo

30 de marzo de 1987

Alvaro Gómez ha vuelto a asumir la dirección de El Siglo.Por cuarta vez, en su larga vida periodística, Gómez ocupa este cargo en el diario que fundara su padre Laureano Gómez, hace 51 años.

En la primera oportunidad, no había cumplido 30 años. Y ahora, después de un fuerte descalabro electoral, el regreso de Gómez genera grandes expectativas, por confluir una curiosa coincidencia de factores.

Por un lado, El Siglo atraviesa uno de sus momentos de más baja circulación y de menor incidencia periodística sobre la opinión pública del país ("o bajo perfil"), como lo afirmó el propio Gómez en reciente reportaje a El Tiempo. Y por el otro, pocas veces en su historia había recibido una inyección tan fuerte de capital, que coloca sus equipos e instalaciones entre las más modernas de la prensa nacional.

Una vez conocidos los resultados electorales que dieron el triunfo al candidato liberal Virgilio Barco nadie poníá en duda que Alvaro Gómez terminaría regresando al periodismo.
Los godos, ahora en la oposición, habían comenzado a hablar insistentemente de la fundación de un gran periódico que sirviera de vocero del partido derrotado, pero los altos costos que requeria una empresa de esta naturaleza eran un obstáculo insalvable para su éxito.

Algunos contactos para fusionar El Siglo y La República, habían resultado infructuosos, según se afirma por la postura crítica de este último diario contra la jefatura única del ex presidente Pastrana.

Pronto se llegó a la conclusión de que era muchísimo más viable fortalecer un periódico ya existente, como El Siglo, que fundar uno nuevo fusionar los dos diarios conservadores de Bogotá. El Siglo ya había iniciado, con grandes esfuerzos económicos, una modernización de sus equipos y la adecuación de su nueva sede en la autopista de Eldorado, donde antiguamente funcionaba lo que podría considerarse la antítesis periodística del matutino azul: El Bogotano, o el "vespertino rojo".

Alvaro Gómez se puso al frente de conseguir los recursos necesarios que permitieran darle una nueva vida a El Siglo. Se consiguió una inyección de capital, calculada en 250 millones de pesos, además del saneamiento del déficit actual del diario, lo que seguramente permitirá que el periódico pueda ser escrito e impreso en una sola sede y no como ha venido funcionando hasta ahora, es decir, elaborándose en La Capuchina e imprimiéndose en Eldorado. Como hace el chocolate en Bogotá y batirlo en Medellín.

En esta empresa de refinanciar a El Siglo y de convertirlo en un influyente rotativo, hay esfuerzos económico que provienen tanto de toldas pastranistas como alvaristas. Y como si esto fuera poco, para conciliar polos opuestos también se planea invitar, escribir en sus páginas a caracterizados periodistas, no sólo matriculado en el partido de oposición, sino también en el de gobierno.

Las metas impuestas en esta nueva etapa de El Siglo, son ambiciosas, según lo declara el propio Gómez: "Es difícil concebir a Colombia sin ese periódico y si tiene el volumen y la importancia que le queremos dar, lo que aspiramos es a hacer una institución periodística que tenga influencia cultural y también política".

Amanecerá y leeremos...--