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APOLO 13

La más escalofriante experiencia humana en el espacio llevada al cine en una versión estremecedora.

6 de noviembre de 1995



DIRECTOR: RON HOWARD
PROTAGONISTAS: TOM HANKS, KEVIN BACON, ED HARRIS, BILL
PAXTON, GARY SINISE.

"HOUSTON, TENEmos un problema. -Repítelo James-. Tenemos una falla en el sistema de distribución de fuerza. Hubo una ligera explosión. Todo el suministro de energía eléctrica se ha ido. ¡Muerto!". La alarmante conversación, sostenida entre el comandante de la nave Apolo 13, Jim Lovell, y el director del vuelo en Houston, Gene Kranz, fue la antesala del mayor padecimiento que un ser humano haya experimentado en el espacio.
Por la falla de un cable en uno de los tanques de oxígeno de la nave, la misión Apolo 13, que debía llevar por segunda vez un hombre a la Luna, tomó un giro dramático. El objetivo ya no era pisar el satélite terrestre, sino lograr por todos los medios posibles que los tres tripulantes del Apolo 13 regresaran sanos y salvos a la Tierra.
Sucedió en abril de 1970 y las circunstancias que rodearon la misión paralizaron al mundo durante cuatro días. La humanidad entera siguió paso a paso, por televisión, la angustia de los ingenieros de la Nasa y de los astronautas en su enloquecedor e increíble esfuerzo por llevar la abortada misión a un final feliz.
Veinticinco años después, a pesar de que toda una generación fue testigo del episodio y de que la historia fue dada a conocer en sus más mínimos detalles, la película Apolo 13 ha logrado revivir con sorprendente sensibilidad un drama de difícil realización en la pantalla. Hasta hace poco los filmes sobre el espacio estaban sustentados en aventuras futuristas que de alguna manera garantizaban, con una gran dosis de acción inverosímil, la curiosidad del público. Pero erizar la piel de los espectadores durante dos horas con base en una historia cuyo desenlace todos conocen y sin los ingredientes espectaculares de la ciencia ficción es otra cosa. Llena de minucias técnicas que a la mayoría del público se le hace difícil descifrar, el único elemento que parece mantener en suspenso al espectador es el padecimiento de los tripulantes de la nave y el riesgo de que terminen congelados en el espacio o carbonizados al ingresar a la atmósfera terrestre. Pero con todo y sus detalles técnicos -o quizás por ellos- y aun cuando el final es sabido con antelación, Apolo 13 es capaz de causar un impacto mayor que el de cualquier otra película espacial.
Si no tuviera los dos últimos premios Oscar a sus espaldas, Tom Hanks, en el papel de Jim Lovell, tendría enormes posibilidades de llevárselo el próximo año. No obstante, es probable que por lo menos uno de sus compañeros de reparto sea nominado. El primero es Ed Harris, quien interpreta al impávido comandante en Houston, Gene Kranz. El segundo, Kevin Bacon, en el papel de Jack Swigert, el inexperto piloto del módulo que se convirtió en héroe.
Con una narración impecable, un montaje de antología, una detallada puesta en escena y una actuación pareja y conmovedora, la película es sin duda uno de los mayores logros del director Ron Howard, el mismo de El periódico, Un horizonte lejano y Cocoon. Las circunstancias que rodearon el viaje, la indiferencia inicial de la prensa, el drama de las familias de los tripulantes, el maratónico trabajo de los cientos de especialistas de la base espacial en Houston y la angustiosa travesía de los tripulantes de la nave, son presentados por Howard con una destreza que convierte a Apolo 13 en un valioso documento sobre la forma en que se salvó una misión que parecía insalvable.