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LITERATURA

Y Borges se hizo poeta: a 90 años de “Fervor de Buenos Aires”

Hace 90 años apareció el primer libro de Jorge Luis Borges, “Fervor de Buenos Aires”, uno de los grandes escritores de la tradición literaria.

Carlos Castelblanco, especial para Semana.com
15 de abril de 2013

Seguirle el rastro a la obra de Jorge Luis Borges es seguir los hilos de agua, las corrientes de un río que en su prodigioso tramado se entretejen, se separan, discuten, pero no dejan de hacer parte del mismo manantial, de la misma mano que empuñó sonidos y palabras.

En abril de 1923, Borges, un joven de 24 años que nació y pasó buena parte de su infancia en la ciudad de Buenos Aires, publica un libro de poemas financiado por su padre; son apenas 300 ejemplares. Así nació para el mundo “Fervor de Buenos Aires”, 46 poemas que conforman una obra que es el encanto febril de un muchacho por una ciudad que apenas se estaba afirmando como un límite de la extensa y salvaje pampa. Un libro con unas imágenes dulces que lo instalan como poeta y, fundamentalmente, como un poeta urbano.

En la primera versión de “Las calles”, el primer poema del libro, Borges ya se siente como un artista que no siente la añoranza y la nostalgia por la naturaleza sino que señala que la ciudad es ahora el hecho importante: “Las calles de Buenos Aires/ya son la entraña de mi alma./No las calles enérgicas, molestadas de prisas y ajetreos,/sino la dulce calle de arrabal/enternecida de penumbra y ocaso/y aquellas más afuera/ajenas de árboles piadosos/donde austeras casitas apenas se aventuran,/abrumadas por inmortales distancias,/a perderse en la honda visión/de cielo y de llanura.

Hijo de una familia de clase media pudiente en la que el padre, un abogado que no ejerce la abogacía y que prefiere ser profesor en un colegio, lo lleva a Europa, a Suiza, a la edad de 16 años. Allí, ese joven absorto y tímido, comienza el dominio de varios idiomas: el francés, el alemán y el italiano, además del inglés y el español que ya tenía incorporados desde la infancia.

Es un joven dedicado al estudio de la tradición literaria: la filosofía griega, los poetas españoles y los poetas persas, conocía perfectamente la lírica oriental y la poesía romántica alemana; ya había comenzado a leer a Shopenhauer, como después se asomará en sus poemas. Un muchacho bonaerense que entró en contacto con las grandes inteligencias del mundo a través de los idiomas y los libros.

En 1922 regresa a Buenos Aires, a una ciudad que lo asombra y lo enternece, y allí encuentra al intelectual y poeta Macedonio Fernández; volvió a su ciudad, a su amada Buenos Aires. Así termina el poema “Las calles”: “Son todas ellas para el codiciosos de almas/una promesa de ventura/pues a su amparo hermánanse tantas vidas/desmintiendo la reclusión de las casas/y por ellas con voluntad heroica de engaño/anda nuestra esperanza./Hacia los cuatro puntos cardinales se han desplegado como banderas las calles/ojalá en mis versos enhiestos/vuelen esas banderas.”

Una edición ilustrada en color y en gran formato de este primer libro de Jorge Luis Borges, será presentada en Nueva York por la viuda del escritor, María Kodama, con motivo del 90 aniversario de su publicación.

La presentación de la primera edición ilustrada de “Fervor de Buenos Aires” se celebrará en el Instituto Cervantes de Nueva York el 19 de abril. Posteriormente se efectuará en Buenos Aires junto a una exposición de algunas de los dibujos hechos expresamente para este libro. La edición cuenta con 80 dibujos del argentino Pablo Racioppi, entre ellos varios retratos de Borges.