CAJA DE SORPRESAS

Por estos días la recién inaugurada Biblioteca Colsubsidio, al occidente de Bogotá, ha recibido la visita de cientos de niños de varios colegios de la capital con un objetivo específico: disfrutar de la exposición El mundo de Anthony Browne, que recrea en figuras tridimensionales el universo literario del autor inglés, considerado uno de los más importantes escritores infantiles contemporáneos.Nominado este año al premio internacional Hans Christian Andersen, conocido como el Nobel de la literatura infantil y juvenil, Anthony Browne ha logrado dominar la atención de su público con base en alcanzar la armonía entre ilustraciones y letras. Maestro del dibujo, Browne invita a los pequeños lectores a desarrollar su capacidad de observación. En los libros del autor inglés, que edita y distribuye en todo el país el Fondo de Cultura Económica de México, el texto y la ilustración van de la mano, pero el dibujo no es sólo el acompañante distractor del relato. Cada paisaje, cada gesto de sus personajes, cada escena de acción posee señas particulares que mueven al lector a mirarlo una y otra vez a la espera de enriquecer aún más la experiencia lúdica de la lectura.Generalmente mezcla historias de animales, y entre éstos y los seres humanos, en un intento pedagógico y mágico por desarrollar en los niños el amor por la naturaleza y por los seres de las otras especies, como las paradójicas historias sobre las visitas al zoológico. Pero también Browne acerca a los niños con ellos mismos y con su ambiente cotidiano, como en los libros sobre las aventuras de Willy, un inquieto pero tímido chimpancé que anda de cuento en cuento tratando de superar sus limitaciones y de canalizar de la mejor manera sus virtudes; o como el cuento de El túnel, en el cual el amor fraternal y la solidaridad son los protagonistas.Cada relato de Anthony Browne es, en fin, una caja de sorpresas construida hasta el mínimo detalle para la maravilla del pequeño lector, y sus libros, en conjunto, constituyen un excelente motivador de lectura ahora que la televisión atrapa cada día adeptos más pasivos.