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DISCOS

Cajas de música

El sello francés Harmonia Mundi celebra sus primeros 50 años con dos antologías con lo mejor de su rico catálogo.

6 de diciembre de 2008

Efectivamente son "cajas de música". Como esas que durante el siglo XIX popularizaban la música donde conocer el original era poco menos que imposible. Las desplazaron las pianolas, a las que a su vez el gramófono mandó al cuarto del olvido. Al disco no han conseguido desplazarlo, pues resulta tan fiel al original que a veces lo supera: porque el disco de 78, el long play, el CD o el I Pod son de hecho lo mismo: música grabada. Con estas Cajas Harmonía Mundi celebra su Cincuentenario y 30 de feliz matrimonio con René Jacobs, uno de sus artistas favoritos.

HARMONIA OP. 50

Aparentemente la crisis no afecta a la compañía que fundó Bernard Coutaz, de 85 años, y todavía a su cabeza, en Arles, sur de Francia. "No hay crisis del disco, tampoco de público", declara quien jamás a lo largo de medio siglo ha repartido ganancias a sus accionistas porque los beneficios, cuando los hay, se reinvierten para asegurar la independencia editorial de Harmonia, que Forum representa en Colombia. Independencia que desde el primer proyecto, una antología de grandes órganos y su repertorio, no someten a los vaivenes del mercado. Justamente dos compactos con esas grabaciones abren la Caja Cincuentenaria: los monumentales instrumentos de San Maxim y Malaucène, en la Provenza francesa, y el de la Catedral de Burgos, en España. Sigue una grabación que en su momento hizo historia y no pierde vigencia, El rey Arturo de Henry Purcell, el gran maestro isabelino, con el Deller Consort.

Son 30 compactos. El último trae los textos de las obras vocales y el penúltimo con el Cuarteto Cartas íntimas de Leos Janacek, Contrastes de Béla Bartok y la Misa berlinesa de Arvo Pärt, los dos primeros considerados músicos del siglo XX y el lituano Pärt, uno de los grandes músicos contemporáneos.

Porque si bien durante sus primeras décadas Harmonia se dedicó básicamente al repertorio del siglo XVI a la primera mitad del XVIII, a partir de 1990 incursionó, cautamente, en el clasicismo primero, en el romanticismo un poco más tarde, después el impresionismo y recientemente lo contemporáneo, pero, con su propio matiz: Haydn y Mozart con la Orquesta barroca de Friburgo, y Berlioz con la de los Campos Elíseos, liderada por el colombiano Adrián Chamorro y dirigida por Phillippe Herreweghe.

En realidad no es exagerado afirmar que, artísticamente hablando, es uno de los sellos más novedosos, innovadores y audaces del mundo y su Caja de Música op. 50 es la quintaesencia de su patrimonio.

JACOBS: 30 AÑOS A BORDO DE SÍ MISMO

Harmonia acababa de llegar a la mayoría de edad cuando firmó contrato de exclusividad con una de sus grandes estrellas: René Jacobs, un director y contratenor belga que con los años se convirtió en una autoridad del barroco y ahora del clasicismo, es decir, en el repertorio de Haydn y Mozart. Si la Caja de 'los 50' recopila obras competas, la que celebra los 30 de Jacobs -dos compactos y un DVD- es una antología de fragmentos, con los favoritos del artista. Por eso brinda la oportunidad de meternos en las intimidades musicales de uno de los grandes genios de nuestro tiempo, como si cayera en nuestras manos el libro subrayado de un gran escritor. Treinta años "a bordo de sí mismo" con lo que le resulta rigurosamente indispensable: un fragmento de su debut en enero de 1978: las Lecciones de Tinieblas de Charpentier; naturalmente música de Monteverdi a quien llama Titán de la música, por supuesto de su magistral Saul de Händel y fragmentos de su revolucionaria visión de las óperas de Mozart, entre otros. La novedad es el DVD que complementa el autorretrato de este genio musical.