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CALAMARO Y SU DINAMICA

Un nuevo paso en la carrera de Andrés Calamaro. Luego de Los Rodríguez, su reto es 'Alta Suciedad', un buen disco de rock hispano.

15 de septiembre de 1997

Andres Calamaro es un roquero de mil batallas. Desde aquellos días del boom argentino del rock con el grupo Los Abuelos de la Nada, de sus trabajos en solitario que le representaron éxitos como Loco por ti o Cartas sin marcar, de sus expediciones como productor (Habitaciones extrañas de los Enanitos Verdes, por ejemplo) y su largo camino con el proyecto hispano-argentino de Los Rodríguez, Calamaro no puede salir de la lista de los más importantes compositores que ha dado la música moderna de su país. Durante algo más de cinco años Calamaro fue uno de los pilares de Los Rodríguez. Junto con el español Ariel Rot desarrollaron este proyecto, que se caracterizó por la forma particular en que acercó el rock a elementos musicales populares como la ranchera, el vals o la vieja música española, y que quedó plasmado en sus discos Sin documentos (1993) y Palabras más, palabras menos (1995). Ahora, tras la disolución del grupo, Calamaro ha regresado en solitario con un álbum llamado Alta Suciedad, en el que se incluye la canción Flaca, uno de los éxitos más sonados en el país en lo que va del año. Alta Suciedad es un disco lleno de dinámica, compacto y con un equilibrio que permite justamente esos elementos que de alguna manera se percibían en el material de Los Rodríguez: baladas rítmicas, pop sencillo, aproximaciones al rock and roll y al reggae, con una alta dosis de influencias latinas. El álbum, grabado en Nueva York con prestigiosos músicos de estudio como el baterista Steve Jordan, el bajista Charley Drayton y los guitarristas Hugh McCracken y Marc Ribot, entre otros, contó con la producción de Joe Blaney, un hombre destacado en el mundo del rap que ha trabajado con artistas como The Clash, Keith Richards, Prince y Charly García, al igual que con Los Rodríguez. "No soy de la idea de que el rock deba que tener un mensaje más allá de sí mismo", dice Calamaro, y por eso, este Alta Suciedad guarda el encanto de una grabación natural, con temas sencillos, de corte social como el que da título al trabajo o románticos como Catalina Bahía. Pero en general se trata de temas divertidos como Loco, Me arde o Elvis está vivo. Pero el mejor momento es sin discusión Nunca es igual, una pieza extensa, de corte reggae, que cuenta con un discurso fabuloso a cargo del filósofo español Antonio Escohotado y que, como dice el intérprete, "la encierra y la libera a la filosofía de la vida". Es una canción que sería capaz de valer por todo el álbum, si este no fuera un buen disco.