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CIELO AZUL

El desequilibrio mental y el nuclear son el tema de esta película por la cual Jessica Lange obtuvo este año el Oscar a la mejor actriz.

8 de mayo de 1995

DIRECTOR: TONY RICHARDSON
PROTAGONISTAS: JESICA LANGE Y
TOMMY LEE JONES
EN LOS AÑOS 60, LA risueña y aparentemente saludable Norteamérica tenía sin embargo la muerte en los talones. La amenaza de una tragedia nuclear para este país armado hasta los dientes se olía sutilmente en los supermercados atiborrados de objetos inútiles y agradables. Este es el contexto de Cielo azul, el nombre de una utopía, un proyecto militar secreto o el del infierno.
En esta historia, con un bien manejado desarrollo dramático, se cruzan dos líneas argumentales: la de una sórdida estrategia militar y el violento deterioro de una familia que aparentemente cumple a cabalidad los estriotos códigos del sueño norteamericano.
Los Marshall a simple vista son la encarnación del modelo gringo de la época: él (Tommy Lee Jones) es un militar y científico respetado. Ella (Jessica Lange) posee la belleza en serie de las teñidas Marylin Monroe de la época. Ambos se aman y tienen dos encantadoras hijas adolescentes. Sin embargo, son expulsados del paraíso (la base de Hawai en este caso) y la imposibilidad para adaptarse a este mundo cosméstico, cuadriculado y sin preguntas, los lleva a la mutua destrucción.
Pero, el excelente guión, que es condescendiente con sus estrafalarios protagonistas (una ninfómana encantadora y un militar con corazón) decide salvarlos en un final feliz.
Como si solamente la posibilidad de ser diferente en este mundo amorfo pudiera crear alguna esperanza para el futuro, tanto a nivel individual (la reconstrucción de su singular vida familiar) como para la restauración del orden ecológico.
La restauración de la armonía por la acción individual parece ser el mensaje de esta película en la que hay que destacar su meticulosa puesta en escena. Su director Tony Richardson, interesado siempre por la realidad, entrega un interesante retrato de estos años, reconstruidos a través de sus símbolos, su moda, su rock y sus objetos desechables.
Fue la última producción de este realizador que murió antes de concluir el montaje y le dio la oportunidad a Lange de obtener el segundo Oscar de su carrera, en la interpretación de esta vital mujer, ubicada en un mundo que la niega y que sólo puede ser salvada, al igual que la naturaleza, por el amor.


HACE 25 AÑOS
EL 11 DE ABRIL DE 1975 EL MUNDO entero estuvo pendiente del Apolo 13, una nave espacial perdida de su órbita, después de las lacónicas palabras: "Houston, tenemos problemas", pronunciadas por la tripulación compuesta por tres astronautas.
Sólo después de cuatro días científicos de la Nasa pudieron rescatarlos. Este suceso, de una notable popularidad en la historia de los viajes espaciales, ha sido llevada a la pantalla por el director Ron Howard.
Su protagonista es Tom Hanks, quien después de Filadelfia y Forrest Gump, quiso un papel completamente diferente, el del comandante de esta nave.
La película, que se estrenará a final del año en el país, cuenta también con las actuaciones de Kevin Bacon, Bill Paxton y Gary Sinise.

SUEÑO DE FUGA
A pesar de su buena factura técnica, esta película es un rosario de lugares comunes y efectistas.
DIRECTOR:
FRANK DARABONT
PROTAGONISTAS: TIM TOBBINS Y
MORGAN FREEMAN
POSIBLEMENTE el mundo de una cárcel no se parezca para nada al de las películas. Sin embargo, es un tema tan atractivo que ha creado un verdadero género, con figuras e historias reconocibles que se repiten de tanto en tanto. Alcatraz, Papillon y muchas otras producciones de menor factura se han sentido atraídas por la sordidez y la acción del bajo mundo de los criminales y de los inocentes caídos en desgracia.
Sueño de fuga es una historia más. Por sus evidentes,estereotipos parece basarse más en todo lo que se ha dicho, escrito y filmado sobre lo que se supone es una cárcel que lo que tal vez sea en la realidad.
La película se basa en un libro de Stephen King, un escritor reconocido por sus relatos de terror.
A la terrible prisión de Shawshank llega un inocente banquero acusado de matar a su mujer. Allí crea una entrañable amistad que dura 20 años con un ladrón noble y negro. La historia se ubica, sin ninguna justificación, entre las décadas del 40 y el 60. Durante este tiempo se repiten todos los lugares comunes habidos y por haber: violaciones de presos desalmados, guardias crueles, castigos inhumanos, jefe de prisión malvado, compañeros buenos. Y finalmente, la gran fuga.
No obstante, todos estos archiconocidos clichés están manejados con una excelente fotografía, que incluso juega a crear épicas y estremecedoras imágenes. Pero la historia es demasiado débil, los personajes sin piso y la trama verdaderamente truculenta. Por esto puede arrancar lágrimas e incluso dejar la sensación de un drama humano, con una historia de redención y solidaridad.
Pero en el fondo es un tratamiento sensiblero y superficial, que ni la excelente factura puede salvar. Sueño de fuga es un producto comercial, taquillero y manipulador de fórmulas gastadas que no aporta nada a la gran saga de las películas del género.