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COGIENDO VUELO

Las figuras jovenes se tomaron el XXXI Salón de Artistas Nacionales de Medellín

30 de noviembre de 1987

En las últimas semanas el viejo aeropuerto Olaya Herrera de Medellín ha tenido un movimiento inusitado. Pero no se trata de la reanudación de actividades aeronáuticas sino del XXXI Salón de Artistas Nacionales, que en esta ocasión tiene como sede el edificio del antiguo terminal de pasajeros.
Como una manera de reconocer la actividad artística que se desarrolla en Medellín y con la finalidad de descentralizar el arte, Colcultura junto con el Museo de Arte Moderno de Medellín, el Departamento de Antioquia y el municipio de Medellín decidieron llevar a esa ciudad el Salón de Artistas, con un aporte de 36 millones de pesos. En un comienzo la sede debía estar ubicada en el Palacio de Exposiciones, pero compromisos contraidos con anterioridad no permitieron contar con el espacio necesario para la muestra. Fue en ese momento cuando, ante la falta de un lugar apropiado, se escogió el edificio del aeropuerto, que presentaba señales visibles de deterioro por el descuido y la falta de uso que ha soportado desde la puesta en funcionamiento del aeropuerto de Rio Negro.
Las primeras labores consistieron en resanar, limpiar y pintar la edificación que, desde el pasado miércoles 28 de octubre y hasta el 11 de diciembre, alberga 357 obras de 146 artistas. En esta oportunidad, el Salón brinda un homenaje a la artista antioqueña Débora Arango con una muestra de lo mejor de su obra, para la que se ha reservado una sala independiente. Junto a ella, se hace un reconocimiento a la obra de los maestros Enrique Grau y Alejandro Obregón.
No es la primera vez que el Salón de Artistas llega a Medellín. Aunque tradicionalmente se ha realizado en Bogotá, hace varios años, en su cuarta edición, la muestra anual se presentó en Medellín, con tan mala fortuna que pasó inadvertida y llevó a que un grupo de artistas, encabezados por el antioqueño Pedro Nel Gómez, entrara en disidencia.
Las primeras críticas fueron favorables. El jurado, compuesto por el crítico inglés Hugh Adams, la norteamericana Lucy Lippard, el argentino Antonio Segui y el escultor colombiano Eduardo Ramírez Villamizar se mostró gratamente sorprendido por las obras seleccionadas. Según ellos, se aprecia una renovación del arte colombiano que debe dar paso a las nuevas figuras, en su mayoría desconocidas, que concurren al Salón. Hay un tratamiento novedoso de la realidad con tendencias y criterios muy propios para manejar la gran diversidad de elementos. Las pocas fallas mencionadas por los críticos, pero no sustanciales, radican en que se hayan expuesto fotografías junto a cuadros, lo que no favorece a las primeras, y a que el número de obras expuestas algo mayor a lo deseado para el espacio que brinda el Olaya Herrera.

LA PREMIACION
El miércoles en la noche, durante apertura, el jurado emitió su veredicto y dio a conocer el nombre de los ganadores. Es la primera vez en la historia del certamen que se otorga por unanimidad, el primer puesto dos obras, que en esta ocasión son dos esculturas "Sin Título". Los galardonados son: la bogotana Doris Salcedo, actual directora de la Escuela de Artes del Valle, egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano máster en escultura de la Universida de Nueva York. Su obra está realizada en chatarra y materiales de desperdicio, en especial viejas camas metálicas. El otro ganador, un antioqueño es el arquitecto Fernando Peláez, que en el 86 ocupó el primer puesto en la bienal de artes plásticas de Cali, con una obra en la que utilizó cajas pintadas, que fue muy bien comentada Cada uno recibió un premio de un millón de pesos.
Se entregaron cuatro segundos premios a Elena Vargas Tisnés, Carlos Eduardo Serrano, Ofelia Rodríguez y Edith Serrano. En el acta de premiación, el jurado hizo énfasis en la gran calidad de las obras, en la madurez adquirida por los jóvenes artistas y en la audacia en el tratamiento de los temas. Los jurados y en general todos los expositores se mostraron solidarios con el escultor paisa Rodrigo Arenas Betancur, recientemente secuestrado. Otro de los puntos tratados por el jurado fue el de la muestra fotográfica, que en su concepto fue muy pobre en calidad.
El Salón estará abierto hasta el próximo 11 de diciembre. Fuera de poder admirar las obras expuestas, el público paisa podrá asistir a una serie de conferencias dictadas por especialistas en la materia, que tratarán diversos tópicos del arte colombiano. La historia del Salón, las nuevas tendencias del arte en Colombia y su relación con respecto a la actual situación del país, serán los temas más importantes con los que se busca, de una manera didáctica, informar a los asistentes del espacio que ocupan las artes plásticas en Colombia.