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El Santuario de las Lajas, en Ipiales
El Santuario de las Lajas, en Ipiales | Foto: guillermo torres-semana

Religión

Colombia, tierra de iglesias y catedrales

Pueblos y ciudades colombianas se formaron alrededor de iglesias, que cerraron sus puertas por la pandemia, pero en esta Semana Santa volvieron a recibir a fieles y turistas. Historias que esconden los templos del país. 

14 de abril de 2022

Alas 6:55 de la mañana del domingo 4 de octubre de 2015, cuando cientos de personas atendían la homilía de la primera de las nueve misas de la jornada, el Santuario de las Lajas, en Ipiales, Nariño, pareció sacudirse como en un temblor. El sismo, que no fue telúrico, estremeció las redes sociales. Otros cientos lo sintieron afuera, en sus teléfonos, mientras hacían fila para asegurar un puesto en la segunda misa, o en la tercera… La cuenta de Twitter de The Telegraph había publicado el reportaje gráfico ‘Las iglesias más hermosas del mundo’.

El primer lugar del escalafón –entre 23– fue el templo levantado a 11 kilómetros del puente Rumichaca, paso fronterizo con Ecuador, y a 2.900 metros sobre el nivel del mar, aunque para entrar haya que descender hasta 100 metros encima del río Guáitara, en plena cordillera de los Andes.

Al menos los más de 3 millones de seguidores del diario británico en el mundo descubrieron que en Colombia estaba la basílica más hermosa del planeta. Los medios nacionales replicaron la noticia. Aunque despachada en Londres, tuvo epicentro a menos de dos horas en carretera de la mismísima mitad del mundo. Ipiales parecía haber encontrado su lugar en el mapa. La que The Telegraph describió como “el milagro de Dios en el abismo”, superó a célebres catedrales con mayor reconocimiento mundial.

Ese fue el criterio del reconocido diario, que después de The Times es el más longevo de la llamada prensa seria del Reino Unido. A las Lajas la acompañaron en el ranking iglesias de deslumbrante belleza, como la de madera de Borgund (Noruega), la Santa Belén –o Bethlehem– (Irán) o la capilla Notre Dame du Haut (Francia); igualmente, otras imponentes y de mayor aglomeración turística, como la aún no terminada Sagrada Familia, de Barcelona, o la Santa Capilla, de París.

la Catedral de Sal, en Zipaquirá
La Catedral de Sal, en Zipaquirá | Foto: guillermo torres-semana

El 9 de abril de 2019, la revista National Geographic dedicó un par de páginas al santuario nariñense, que describió como “escenario propio de El señor de los anillos”, refiriéndose a la saga de películas y a la serie de Amazon Prime, inspirada en la novela de fantasía del británico J. R. R. Tolkien. Aunque las Lajas ha sido lugar de peregrinación por excelencia para colombianos y ecuatorianos, declarada patrimonio nacional desde 1984, para el mundo apenas era un descubrimiento.

En 2017, se registraron 720.000 visitantes extranjeros, 120.000 en Semana Santa. Gracias a The Telegraph y a decenas de medios internacionales, el mundo y gran parte de los colombianos conocieron la historia del santuario, bautizado en honor a Nuestra Señora del Rosario, y construido entre 1916 y 1949 en el lugar exacto donde se le apareció a Rosa, indígena sordomuda de 5 años que recuperó el habla para dar aviso a su madre, María Mueses de Quiñónez.

Una estatua, muy cerca de la piedra de laja, las recuerda, donde la niña, el 15 de septiembre de 1754, sintió el llamado de “la mestiza”, según historiadores religiosos. La imponente estampa del santuario, de tres naves construidas sobre un puente de dos arcos, al filo del abismo, se ha vuelto habitual a la espalda de miles de viajeros, sin distingo de confesión, en las selfis publicadas en Instagram y Facebook, etiquetadas desde la basílica nariñense.

El país de la iglesia más hermosa del mundo tiene aproximadamente 3.779 parroquias, según la Arquidiócesis católica. En la primaria, los colombianos debieron escuchar la versión de que los pueblos y ciudades se formaron alrededor de una iglesia. Por ejemplo, la mayoría de relatos coinciden en señalar que Bogotá se fundó con “una iglesia y 12 chozas”, en el mismo lugar donde hoy se encuentra la Catedral Primada. Solo en la capital puede haber 253 iglesias, desde tradicionales templos hasta capillas de barrio. Y hasta 1.544 “lugares de culto”, incluyendo otras confesiones aparte de la católica, según la Secretaría Distrital de Planeación.

la Basílica del Señor de los Milagros, en Buga
La Basílica del Señor de los Milagros, en Buga | Foto: Daniel Jaramillo

Únicamente en el centro de la ciudad, en el área de tres o cuatro manzanas, puede haber hasta 20, donde, según los historiadores, se ofició la primera misa en el país. La iglesia San Francisco, en la esquina norte de la avenida Jiménez con Séptima, es considerada la más antigua. Su construcción se remonta a 1557. No obstante, algunas investigaciones reclaman ese título para la iglesia La Veracruz, en la Séptima con calle 16; otras, para el templo de San Diego, en la Séptima con calle 26, así como para la parroquia San Bernardino, en Bosa.

Sus feligreses muestran con orgullo las paredes de medio metro de espesor, piedras talladas a mano, un techo de vigas macizas de madera, y pinturas de santos con muchas evidencias de ser de 1540, cuando se levantó una capilla en honor a la Virgen de los Dolores.

Colombia volteó su mirada a las iglesias esta Semana Santa. Volvieron a ser destino desde que el planeta quedó confinado por la pandemia de la covid-19, en marzo de 2020, precisamente en vísperas de una Semana Mayor para los católicos, una de las cuatro temporadas vacacionales del año para la economía nacional.

Sol, playa, brisa y mar siguen siendo el destino más reclamado, pero el turismo religioso está en los primeros renglones de la lista. En la Semana Santa de 2019, los templos atrajeron a 112.600 turistas, de los 420.000 visitantes extranjeros que ingresaron en abril de ese año, según reportó en su momento el Ministerio de Comercio. Una de las más admiradas en el país es la Catedral de Sal de Zipaquirá, que ganó el primer puesto de las siete maravillas de Colombia, según un sondeo de 2007 con lectores de El Tiempo.

Construida entre 1950 y 1955 en lo profundo de las minas de sal del municipio, tuvo 6.654 votos, superando a las Lajas, que contabilizó 5.340 en la encuesta digital. De incalculable valor histórico, el Templo de San Agustín, frente a la Casa de Nariño, reúne la colección de obras de arte colonial más importante del país. Retratos, esculturas y pinturas católicas sobre la vida y la muerte, vistas con los ojos de la época.

Comenzó a construirse en 1668. El papa Pío XI le concedió el título de Basílica Menor a la de Nuestra Señora del Rosario, en Chiquinquirá, Boyacá, entre otras, porque desde su construcción, en 1795, se conserva la imagen original de la Virgen patrona de los colombianos. No solo en Semana Santa, todos los fines de semana, incluso los días entre semana, la calle 3 en el centro de Guadalajara de Buga, Valle del Cauca, es una auténtica romería de personas hasta la carrera 14, donde se ubica la basílica de ladrillos color rosa del Señor de los Milagros.

La pueden visitar hasta 3 millones de personas al año en busca de un milagro. En plena pandemia, el técnico argentino Juan Cruz Real caminó más de 70 kilómetros desde el Pascual Guerrero de Cali hasta la estatua del Negro, como le dicen sus fieles, por haber conseguido la estrella 15 para el América, que para muchos fue un milagro.

El centro histórico de Mompox
El centro histórico de Mompox | Foto: alexandra ruiz poveda-semana

Al Señor Caído de Monserrate también lo buscan por una ayuda divina. Dos millones de visitas al año, según el torniquete de las taquillas del teleférico y el funicular. Cientos de deportistas suben los 1.605 escalones de piedra hasta coronar el templo a 3.100 metros de altura. Aunque el bambuco Los cucaracheros dice: “El que a Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate, no sabe lo que es canela ni tamal con chocolate…”, un mito capitalino advierte que las parejas que visitan al cerro rompen el noviazgo.

A orillas del río Magdalena, el centro histórico de Santa Cruz de Mompox fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, en 1969. Allí están las iglesias La Inmaculada Concepción, Santa Bárbara y San Agustín, construidas desde 1540, año de fundación del deslumbrante municipio a cinco horas de Cartagena de Indias.

En la Heroica, visita obligada de turistas es el Santuario de San Pedro Claver, el jesuita patrón de los esclavos, construido en la ciudad amurallada desde 1580. La Catedral Basílica de Santa Marta, de estilo renacentista, desde 1760, ha albergado los cuerpos de Simón Bolívar y Rodrigo de Bastidas, fundador de la ciudad. Tras la pandemia, las puertas de los templos abrieron de nuevo para ser visitados sin mayores restricciones, como antes, y cuando el humo del sahumerio impregnaba calles de pueblos y ciudades. Colombia, el país de la iglesia más hermosa del mundo, volvió a ser tierra de catedrales.