Home

Cultura

Artículo

COMER, BEBER, HOMBRE, MUJER

Del director de 'Sensatez y sentimientos', una apetitosa comedia con todo el sabor de Taiwan.

17 de agosto de 1998

El Exito alcanzado con su película El banquete de bodas fue suficiente para que el director taiwanés Ang Lee presentara credenciales en el cine internacional y obtuviera la oportunidad de dirigir a actores de la talla de Emma Thompson y Hugh Grant en su adaptación del clásico de Jane Austin Sensatez y sentimientos. Sin embargo, en mitad de este proceso de occidentalización, surgió otra película no menos significativa sobre la transformación de las costumbres de su tierra. Se trata de Comer, beber, hombre, mujer, una comedia de 1994 que narra la historia de un célebre chef de Taipei quien, ya viudo y al borde del retiro, debe lidiar con los destinos de sus tres hijas y, por supuesto, con el suyo propio, ahora que la muerte de su esposa lo ha obligado a buscar otros caminos sentimentales.
Dotada de un sentido del humor que va creciendo con el paso de los minutos la película concentra su atención en dos principios que, según el propio protagonista, el viejo Chow, rigen la felicidad humana: la comida y el sexo, entendido éste en el sentido amplio de la búsqueda de la pareja ideal. El director se surte de todo un festival gastronómico, compuesto por sofisticados platos y complejos procesos de elaboración, para hilvanar la historia del antiguo cocinero, a quien la experiencia y los años le han hecho perder el sentido del gusto, con la de sus hijas en edad de merecer, cada una con temperamento diferente y sus propios temores y expectativas frente al matrimonio.
La modernidad suele patear con energía a la tradición, y eso es algo que el viejo Chow está a punto de descubrir y, por qué no, de aprovechar.
Simpática y bien estructurada, Comer, beber, hombre mujer resulta una oportunidad magnífica para acercarse a una cultura de difícil acceso en el medio colombiano pero que posee sobrados argumentos para satisfacer los gustos del público.