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Con aire ecológico

Un singular proyecto artístico busca recuperar la memoria sobre los ríos y las quebradas contaminadas. Medellín ya fue escenario de la impactante propuesta.

18 de septiembre de 2000

Un día en Bogotá, hace cinco años, 100 niños trabajadores de la calle dejaron a un lado sus actividades para vestirse de ángeles. La artista antioqueña Gloria Posada les puso un par de alas a cada uno y los invitó a jugar y a correr por las calles capitalinas ante la mirada de los transeúntes que, conmovidos, advirtieron aunque fuera por un momento, gracias a este singular gesto, el abandono y, a la vez, la grandeza que encarnan estos menores desprotegidos por la sociedad. “Unas alas que señalaban una infancia profanada”, dice Posada.

Este tipo de actos, que logran mover la conciencia hasta del más desprevenido, son manifestaciones a las que han recurrido varios artistas para expresar sus pensamientos sin emplear necesariamente un óleo o una escultura. Gloria Posada y Carlos Uribe conformaron el Grupo Urbe y se propusieron, a través de estas intervenciones, generar reflexiones sobre el entorno en el que vive sumergido el hombre. La más reciente tiene como sustento los procesos de descontaminación y apertura de ríos y quebradas cubiertas por avenidas en las principales ciudades del país.

Por estos días los habitantes de la capital antioqueña han podido observar sobre el río Medellín, a la altura del puente ‘Educativo Ambiental mi Río’ el emplazamiento de nueve cajas de luz de 4,50 metros de ancho por 1,50 metros de largo, a manera de canoas, iluminadas desde adentro, que permiten ver sobre la superficie los fotomontajes con el agua pura obtenidas de regiones cercanas al río. “Las fotos son de quebradas de Medellín luego de un recorrido de sur a norte y de oriente a occidente que abarcan las cuencas hidrográficas. Cada fotografía fue realizada en lugares donde el agua estaba limpia. Es como una memoria de las quebradas y también una visualización del futuro de las mismas y del propio río pues se supone que, en un futuro, todos queremos que estén descontaminadas”, comenta Posada.

El registro fotográfico de la intervención se está exhibiendo en el salón regional de artistas. ‘Aguas’ es el nombre del evento que se llevó a cabo en el río como parte del proyecto SED que fue premiado el año pasado con una beca del Ministerio de Cultura. Su impacto ha sido tal que la empresa privada también se ha unido al desarrollo de las dos siguientes etapas denominadas ‘nacimientos’ y ‘acuáticas’.

Con el ánimo de hacer memoria de los ríos y quebradas que se esconden debajo de las grandes calles, Urbe propone sobre un trayecto de la avenida La Playa de Medellín, la Jiménez de Bogotá, la calle 11 norte de Cali y la calle 24 de Cartagena, un diseño curvo similar a unas ondas que sustituyan a las cebras peatonales. Es decir, reemplazar las líneas blancas horizontales por unas ‘acuáticas’, realizadas a la misma escala y conservando la función de demarcaciones viales. “Sería una reactivación de la memoria de las aguas negadas por el desarrollo modernista de la urbe”, como lo plantean los propios artistas.

Siguiendo los lineamientos del arte moderno, el concepto se antepone a cualquier interés por agradar la retina de un espectador cualquiera. Y es precisamente lo que está consiguiendo Urbe: golpear la conciencia de las personas sometidas a la rutina.