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CON SU MUSICA A OTRA PARTE

Un novedoso sistema computarizado haría desaparecer discotecas y aparatos de sonido.

12 de diciembre de 1988

La amenaza va en serio. El mercado discográfico, que hoy mueve cifras archimillonarias en el mundo, está definitivamente llamado a desaparecer en cuestión de pocos años. Falta tan sólo perfeccionar un proyecto que hoy se encuentra en vía experimental, y dar un compás de espera a que los computadores se conviertan en elementos tan necesarios al hombre como hoy lo es, por ejemplo, el teléfono.
La abanderada del programa es la compañía norteamericana "Tower & Records" con un revolucionario sistema que tiene como objetivo poner al alcance de millares de melómanos el universo musical existente, sin tener que adquirir un solo disco. Basta tener un computador y por el pago de una suma que no excedería los mil dólares, tener derecho a una terminal de la empresa, (por una cifra adicional, pagadera mensual o anualmente a manera de abono -cuyo costo sería muy bajo-) y utilizar el servicio. El interesado escuchará mediante audífonos o directamente en su equipo de sonido, si lo prefiere, la versión preferida de su obra predilecta. Dependiendo del volumen de obras existentes en video, se ampliaría la cobertura del servicio, para lo cual sólo se requeriría una pantalla que bien podría ser la de un televisor.
El proyecto, denominado "Nimbus Tower", ofrecerá al usuario una discografía de opciones infinitas, y el sistema operaría así: cada abonado recibirá al momento de ser inscrito, una revista con todos los títulos que ofrece el servicio, aunque si bien lo desea, esa consulta puede hacerla directamente a través del computador. Mensualmente le serán comunicadas las "novedades", datos que puede obtener por cualquiera de los dos sistemas anotados. De igual manera, el abonado puede pedir información, tan especializada como desee, en el sentido de conocer el año de grabación de la obra, tiempo de duración de la misma, hoja de vida de los intérpretes, númeró de versiones existentes de cada título, e inclusive solicitar consejo acerca de las mejores interpretaciones. Para ello, el servicio contará con comentarios hechos por los más autorizadoscríticos musicales, a fin que el oyente seleccione la versión que considera mejor. Sin discriminación de géneros, el servicio cobijaría música clásica, folclórica, popular, jazz, ópera, opereta, etc.
Este revolucionario sistema ampliará sin duda el número de oyentes en el mundo, muchos de los cuales en la actualidad deben someter en buena parte su afición a lo que se consigue en los mercados discográficos locales, que en algunos lugares como Colombia, es definitivamente nulo.
Los coleccionistas de discos, que los hay y en importante número en el mundo, y que por fuerza mayor han tenido que adaptar espacios cada día más reducidos para guardar sus tesoros, en pocos años serán vistos como excéntricos anticuarios. El comercio discográfico verá inevitablemente su extinción y los más perjudicados quizás serán los "piratas", que tendrán que ingeniarse nuevas fórmulas para no ver agotados sus ingresos.
"Tower & Records" ha declarado que, para el año dos mil, todos los sistemas de escuchar música hoy día serán sencillamente obsoletos y por ello la compañía se prepara para recibir el nuevo siglo brindando al mundo un servicio de posibilidades infinitas, que seguramente cuando se haya universalizado operará a través de satélites que ampliarían las posibilidades más allá de lo que la imaginación alcanza.
Por lo pronto, el sistema está previsto para que entre en funcionamiento en las grandes ciudades del mundo, tales como Nueva York, Londres, París y Tokio, y no resultaría descabellado que ya algo similar se esté pensando para los aficionados al teatro y al cine. Llegará el día en que el hombre, sin moverse de su casa, tendrá el mundo en sus manos.
M.T. del C.