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CONGO

Una aburrida y descabellada historia sobre ciudades perdidas, gorilas asesinos y minas de diamantes.

4 de septiembre de 1995

DIRECTOR: FRANK MARSHALL
PROTAGONISTAS: DYLAN WALSH, LAURA LINNEY, ERNIE HUDSON, GRANT HESLOV, JOE DON BAKER Y TIM CURRY.

MICHAEL CHRIchton se ha convertido en los últimos años en uno de los autores más leídos por los productores de Hollywood. Tal vez porque sus temas son deliberadamente cinematográficos, con el doble propósito de cobrar por la novela y por los derechos de llevarla a la pantalla, Chrichton propone historias alucinantes que explotan históricas curiosidades humanas en relación con la posibilidad tecnológica de satisfacerlas.
Así lo hizo con Parque jurásico, la novela sobre la reproducción de dinosaurios en laboratorio y llevada a la pantalla por Steven Spielberg; y ahora arremete con Congo, adaptada al celuloide por Frank Marshall, director de Aracnofobia y Viven.
En el caso de Congo, Chrichton utiliza los adelantos científicos en computación y electrónica para hacer realidad, en forma hipotética, el sueño de comunicarse con los seres más próximos al género humano: los monos. Un especialista en primates domestica un gorila y le enseña a expresarse por medio de señas. Estas, leídas por un guante de datos, son traducidas a palabras por un ordenador y luego transmitidas por un parlante. El milagro se ha realizado.
Que el fenómeno sea trascendental poco importa. El invento nada tiene que ver con el desarrollo de la cinta. Es una simple anécdota científica colada en una aventura disparatada y aburrida alrededor del descubrimiento de una mina de diamantes en Congo, un lugar misterioso capaz de producir la horda de gorilas asesinos más temible del planeta. Con un corte similar al de Indiana Jones, en un ambiente caricaturesco de la nación centroafricana, Marshall involucra en su película secuencias típicas de la aventura selvática, mezcladas con lo mejor de la tecnología actual, algo que no aporta nada a una trama débil por naturaleza.
Si a esta suerte de secuencias y escenas fallidas se les suma la pésima actuación de los protagonistas, un guión flojo y una generalizada mediocridad de los efectos especiales, el resultado deja mucho qué desear. Congo no entusiasma a nadie. Por el contrario, confirma que Michael Chrichton tiene ideas muy locas, pero que resultan decepcionantes al hacerlas realidad en el cine.

PROPUESTAS DECENTES
SE HIZO FAMOSO POR HABER aceptado el trato propuesto por Robert Redford para que le permitiera acostarse con su esposa, Demi Moore, a cambio de un millón de dólares, en la famosa película Propuesta indecente. Luego, apareció como el aborrecible pero más espectacular criminal de Estados Unidos, en Asesinos por naturaleza.
Estas dos películas han hecho que Woody Harrelson reciba propuestas no ya tan indecentes. Por el contrario, es solicitado para trabajar en varias producciones. Por el momento el público lo vera próximamente en dos filmes: Larry Fint, producida por Oliver Stone y dirigida por Milos Forman, sobre la vida del editor de la revista Hustler. La otra es Kingpin, una comedia sobre un jugador profesional de bolos, dirigida por Peter Farrelly.

CORAZONES RASGADOS
Jessica Lange palidece en esta almibarada historia de encuentros interraciales.

DIRECTOR STEPHEN GYLLENHAAL
PROTAGONISTAS: JESSICA LANGE Y HALLE BERRY

TAL VEZ EL UNIco gancho que tiene esta producción es la aparición entre sus créditos del nombre de una de las estrellas más rutilantes de la cinematografía estadounidense en la actualidad: nada menos que Jessica Lange, una de las ganadoras del Oscar de este año. Pero en "Corazones rasgados" no se va a encontrar a la interesante actriz de "El cartero llama dos veces" o "Cielo azul". Su personaje de una trabajadora social que decide rescatar de la basura a un bebé negro abandonado, no alcanza a sobrepasar el nivel medio que en general presenta toda esta película sin pretensiones.
La historia y su nostalgia de encuentros interraciales no logra, a pesar de las buenas intenciones, desarrollar planteamientos interesantes. La recuperación de la ex adicta, los personajes y el desarrollo del argumento siguen todos los caminos facilistas de un novelón rosa-negro que nunca se aparta de los clichés. Ni hablar del argumento que inventa personajes para dejarlos tirados sin que nunca se sepa para qué estaban ahí como el pretendiente de Khaila.
La moraleja de una armonía racial en el encuentro de las dos madres, en los oficios de un abogado negro defendiendo la causa de los blancos, en el racismo en contravía de la comunidad de color, entre otras cosas, no es capaz de superar la blandengue y almibarada historia, predecible, en el estilo formateado de las tragedias gringas.
En resumidas cuentas, un inmenso drama de producción barata que quiere enarbolar la bandera de la tolerancia pero con toda la carga de la falta de imaginación del mal cine norteamericano.-