Cultura
Conozca el santo al que se le debe rezar para atraer trabajo y dinero
Es el patrono de los huérfanos y de la juventud abandonada.

Se trata de San Jerónimo Emiliani, quien nació en Venecia en 1486 y fue militar, pero en 1511 cayó prisionero mientras luchaba contra la Liga de Cambrai. Durante ese tiempo, meditaba sobre lo efímero del poder mundano.
Un mes después fue liberado y desde ese entonces sentía la necesidad de ayudar a los pobres, a los enfermos, a los jóvenes abandonados y a las mujeres arrepentidas. En 1518 fue ordenado sacerdote y diez años ocurrió una epidemia de peste.

Ante dicha situación, Jerónimo vendió todo lo que tenía, incluso los muebles de su casa, e invirtió el dinero para darles asistencia a los apestados. Además de enterrar a los que morían, cosa que lo hacía en la noche.
San Jerónimo Emiliani falleció en 1537 mientras asistía a los enfermos de peste en Somasca. Fue canonizado en 1767 y en 1928 Pío Xl lo nombró Patrono de los huérfanos y de la juventud abandonada.
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Oración a San Jerónimo Emiliani
Bendito san Jerónimo Emiliani que pasaste por la tierra haciendo el bien; caritativo padre de los más necesitados, noble y entregado servidor de los pobres, que con dedicación consagraste tu vida a los demás, y pusiste todas tus fuerzas y energías en consolar y ayudar a los que sufrían carencias.
Con amor socorriste a los humildes, a los niños desamparados, a las viudas y a los enfermos, para tratar de conseguir tu propia santificación y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos, y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio, tu compasión, tu desprendimiento y generosidad permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.

¡Oh prodigiosísimo san Jerónimo!, conociendo cuán agradable eres ante Dios, y por los múltiples favores y milagrosque por medio tuyo se ha dignado otorgar a tus devotos, acudo a ti para solicitar tu ayuda, no desprecies mis humildes súplicas y llévalas ante el trono del Altísimo.
Pues, aunque me encuentro triste y afligido y las dificultades me agobian confío plenamente en el amor, la bondad y misericordia de nuestro Padre celestial.

¡Oh santo de los pobres y afligidos! Glorioso San Jerónimo, ahora que gozas de la dicha eterna dame tu auxilio, amparo y protección, alivia mis angustias y necesidades sobre todo mis estrecheces económicas que ahora tanto me preocupan y abaten: (Hacer la petición),
Te pido que por tu santa y poderosa intercesión, y con la gracia de Dios Misericordioso, sea escuchada mi oración y mi petición sea despachada favorablemente. ¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de nuestro Señor, para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo. Amén.