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A CORAZON ABIERTO

Humor, elegancia, exquisitez y cinismo en "Habitación con vista"

11 de mayo de 1987

La historia de la pelicula inglesa "Habitación con vista" tiene que ver con el aprendizaje doloroso, tenso y violento que emprende una jovencita, empujada por las circunstancias, sobre temas que su misma educación moral y rígida, victoriana, le habían vedado hasta su salida de casa, acompañada por una tía solterona, hacia una Italia llena de sentidos expectantes: el amor, el sexo, la ternura, la compasión y hasta la misma soledad contemplativa. Y cuando aprende esa lección, cuando entiende que la vida al otro lado es algo más que reuniones con tazas delicadas de té y pastelillos en el jardín, entonces siente que algo dentro de ella ha madurado, ha cazado las piezas que andaban sueltas.
La película, basada en un autor que siempre miró a sus paisanos los ingleses con socarronería, E.M. Forster, cuenta ese aprendizaje con humor negro, con una delicadeza que rodea los personajes con un velo de aislamiento para estrellarlos luego contra esa realidad cruda de muchachos que vomitan sangre en las hermosas plazas, o jóvenes impulsivos y librepensadores que se la juegan toda por rozar los labios de la hermosa mujer, o escritoras cínicas a quienes no importa exhibir los sentimientos ajenos sólo por alcanzar un pasaje interesante en su nuevo libro; con esa realidad que la sacan a golpes del nido tibio donde se hallaba, la protagonista (interpretada por una actriz muy joven y muy bella, Helena Bonham-Carter), siguiendo la tradición de los personajes característicos de Forster, se embarca en una aventura sentimental que durante buena parte de la película la llenará de confusión y dudas.
El responsable de esta obra maestra del humor, la elegancia, la exquisitez y el cinismo es el director James Ivory, quien durante los últimos veinticinco años, respaldado por los millones del productor Ismail Merchant y los guiones de la escritora hindú Ruth Prawer Jhabvala, se ha dedicado a esa clase de películas que algunos celosamente llaman "cultas", esas donde los personajes le dan tiempo al espectador para que profundice en sus caracteres, esas donde la cámara detiene su vuelo para contemplar la sombra que se prolonga desde una ventana, esas donde aparentemente no ocurre nada pero en el interior de los personajes se revuelven auténticos nidos de serpientes. Esas películas, hasta hace poco, no daban dinero y como siempre se hacían con presupuestos domésticos, tanto el productor como el director no se preocupaban. Pero con la aparición de películas como "Calor y polvo" y "Los bostonianos", y "Habitación con vista", por supuesto, las cosas han cambiado y los tres Oscares ganados por esta última, colocan al equipo en una situación ventajosa para que puedan contar, por ejemplo, la crónica azarosa de esta muchacha que recorre Italia y se emociona con la brutalidad de los hombres, la fiereza de los paisajes, las comidas condimentadas, el asedio de los galanes, los chismes de los vecinos, y cuando regresa a casa se topa con el infantilismo del prometido y lo doméstico de su hogar y el espacio que se le agota, y comienza a mentir sobre sus verdaderos sentimientos, a ella misma y a los demás, y el espectador entiende que el aprendizaje ha sido devastador y que sólo le queda un camino.-