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Daniel Samper Ospina habló sobre el humor político en el marco del Festival Detonante, en Chocó. | Foto: Archivo SEMANA.

POLÍTICA

10 lecciones de sátira política con Daniel Samper Ospina

El columnista dictó una cátedra en el Chocó en el marco del Festival Detonante. Estas fueron sus claves para hacer humor político.

3 de diciembre de 2015

Quién mejor para hablar de sátira política que el exdirector de la revista Soho, director actualmente de la productora Catapulta (responsables de la serie web 'Usted ya sabe quién soy yo') y autor de libros como 'El as bajo la manga'.

Semana.com estuvo con Daniel Samper Ospina en el Chocó, durante el Festival Detonante, que busca resalta a la comunidad de esta región en aspectos como su cultura, educación y proyectos innovadores, para dictar una charla sobre sátira política. 


Recogimos sus 10 mejores lecciones. 

1. “Mis mejores armas como periodista son el humor, la parodia, la sátira”



2. “Tras una incautación, Santos se botó de narices a inhalar la marihuana, no sé si en arrebato de nostalgia. Si quiere quitarse la fama de que habla trabado, no es la manera”.


3. “El humor no ataca la seriedad, ataca la solemnidad”


4. “Prefiero vivir en una sociedad en la que se le pueda ir la mano en libertad de expresión a una que establezca cercas de lo correcto o no en nombre del bien común”.



5. “No hay peor castigo para el humorista que quemarse con el voltaje de su propio chiste”.



6. “El humor es un arma contra los poderosos. No contra los débiles”.



7. “Ser humorista en Colombia es una bendición, por lo que solo pasa aquí”



8. ¿Cómo hacer humor sin herir’: “para el humorista debe primar la libertad. El público decide”. “Burlarse de un poderoso no solo es permitido sino necesario. Es mi deber. Por eso me pagan. Los límites se encuentran con el abucheo”.



9. “El humor como arma contra la impotencia. Para expresar lo que somos, corregirlo. Una manera de digerir realidad”



10. “La independencia es clave. Poder pegarles a todos por igual. Y la autoridad para hacerlo lo da la capacidad de burlarse de uno mismo”.