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DE LA ESTIRPE DE ODIN

Un grupo danés de teatro presenta en Colombia cinco de los montajes que ha realizado en veinte años de trabajo

21 de noviembre de 1983

La presentación durante estas dos semanas del Odin Teatret en Bogotá y Cali trae algo de viento fresco en materia teatral tanto para el público que asiste a las diversas funciones como para todos los que tienen que ver con el arte escénico. Traídos gracias a los ingentes esfuerzos del Teatro Taller de Colombia, los integrantes de este grupo danés piensan impulsar algunos seminarios, conferencias y proyecciones de películas sobre la labor que han desarrollado en su país.
Caracterizado por la investigación de las posibilidades expresivas, el Odín Teatret ha llegado a ser a lo largo de sus veinte años de existencia uno de los grupos clásicos de Europa, sin que esto quiera decir que se hayan estancado en cualquiera de las fórmulas descubiertas. Al contrario, esta búsqueda los ha llevado a plantearse nuevas formas de establecer las relaciones con el público y entre ellos mismos.
El grupo se fundó en 1964 en Oslo, Noruega, bajo la batuta de Eugenio Barba, su actual director. Seguidor cercano del trabajo del ideólogo y director teatral Jersy Grotowski, Barba creó una agrupación formada por aspirantes a actor rechazados por las escuelas oficiales. Con ellos implementó una dinámica en la que se destacaba el trabajo de actor, siendo su expresividad el elemento más importante del espectáculo. También quiso cambiar la relación clásica -y hasta brechtiana- de actores-director autor, imprimiendo otra dinámica a la sagrada trinidad del teatro. Se buscó, entonces, ver al dramaturgo como alguien a quien se podía confrontar, aplicar las experiencias del actor en los montajes y realizar las obras con base en el constante y sistemático trabajo creativo del grupo.
Esta visión del teatro ha llegado a incorporarse en el teatro colombiano con muchas variantes. Cada grupo ha tenido que mantener una posición frente a la experiencia grotowskiana y muchos han asimilado algo de ésta y algunos pocos, como el Acto Latino y el Teatro Taller de Colombia han mantenido fuertes pautas del maestro polaco. El primer contacto que tuvo el Odin Teatret con organizaciones de este país, fue con el Teatro Taller de Colombia, durante un festival en Perú en 1978. Más tarde fueron invitados a Dinamarca y desde hace cuatro años el Teatro Taller ha golpeado en muchas puertas para cristalizar esta gira por Colombia.
Durante estos veinte años el Odin Teatret ha realizado pocos espectáculos -así llaman sus montajes- y a Colombia traen cinco de ellos, tres con todos sus integrantes y dos trabajos para actores en solitario. Traen una obra callejera para abrir y cerrar su gira llamada "Anábasis" con la que quieren presentar el grupo. En ella representan el desfilar de los soldados de Alejandro Magno después de su conquista de Persia. Es un espectáculo que se realiza según "la estructura urbanística de la calle o la plaza", como afirmó Toni Cots, el único español del grupo. Esta obra participa también en el Encuentro Internacional de Teatro Callejero, organizado por el Teatro Taller de Colombia, en el que participarán diez grupos. Otra obra del Odin Teatret es "Cenizas de Brecht 2", en la cual se recrea un diálogo entre dos hombres de teatro a través de sus experiencias y sus propios personajes. La tercera obra es "El Millón", basada en la autobiografía de Marco Polo. Esta es una comedia musical que tiene elementos provenientes de la experiencia de los diversos viajes que han realizado los diferentes integrantes del grupo. Las otras dos obras "Puputan", del ya nombrado Toni Cots y "Luna y Oscuridad", de Iben Nagel Rasmussen son consideradas "exposiciones pedagógicas" en las que descuellan las interpretaciones de los respectivos actores.
De esta manera el Odin Teatret cumple con su gira, y tal vez sin quererlo, con atizar la discusión sobre teatro, tan apagada, de unos años para acá, pero tan latente.
Pedro Cote