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De mujer a mujer

Pintura y escultura en una exposición homenaje a las artistas colombianas.

27 de noviembre de 1989

La segunda mitad del siglo XX ha representado un cambio fundamental en la plástica colombiana. Y buena parte de esas nuevas corrientes, expectativas y temas ha corrido por cuenta de las mujeres. En los últimos años la mujer ha entrado masiva y abiertamente en el mundo del arte nacional y le ha abierto un nuevo panorama. Por eso, como un homenaje al aporte femenino en este campo, la Galería Alfred Wild, de Bogotá, inauguró el pasado jueves 26 la exposición "La mujer artista", con obras de Olga de Amaral, Felisa Burztyn, Ana Mercedes Hoyos, María de la Paz Jaramillo, Fanny Sanín y Bibiana Vélez.
Se trata de una muestra en la que se combinan los trabajos de artistas ya consagradas, como Olga de Amaral y María de la Paz Jaramillo, con los de figuras jóvenes con buena proyección, como Bibiana Vélez. Cada vez más depurada y sobria, la obra de Olga de Amaral alcanza el equilibrio entre el tejido y la idea desarrollada.
Sus lienzos ceremoniales son el fruto de muchos años de trabajo, experimentando con diversos tipos de fibras y de una permanente elaboración en el tratamiento del espacio. Otra que pertenece al club de las consagradas es Maripaz Jaramillo, quien está presente con su obra El Caribe, en el que la figura femenina domina la escena.Esta obra está marcada por una gran expresividad, que se manifiesta especialmente en el tratamiento de las figuras, sin muchos detalles pero con los contornos perfectamente definidos.
Mención aparte merece Felisa Burztyn. De su serie Encajes en Bruselas está expuesta una pequeña escultura en acero inoxidable, fiel testigo de la labor de una mujer que revolucionó la escultura en Colombia.
Las nuevas generaciones están representadas por Bibiana Vélez, una cartagenera que a comienzos de año ganó el primer premio en el Salón Nacional de Artistas. El agua y la inmensidad del mar siguen siendo tema recurrente en su obra, en la que el hombre se mira a él mismo y desde su altura observa el universo que lo rodea.
ARANGO EN DINERS
A lo largo de su carrera, la pintura del antioqueño Diego Arango se ha caracterizado por ser una mirada optimista del mundo. Por eso, tal vez, es que echa mano de elementos propios de la pintura infantil, pero con la intención de abordar, de una manera profunda, su época, su tiempo. Tiene rasgos infantiles sin ser elemental.
En la exposición que actualmente presenta en la Galería Diners las cosas han cambiado un poco. Aunque conserva los trazos escuetos de años pasados, en su nueva serie, "Cabezas", aparecen nuevas concepciones marcadas por la agresividad y la violencia. Más que cabezas, son rostros simples, directos, en los que los dientes apretados, la mirada desafiante y la fuerza de los trazos dan testimonio de un mundo menos amable y mucho más agresivo del que marcó su obra anterior. Conserva muchos elementos anteriores, pero su disposición y su intención son nuevas y reflejan el acoso que una realidad violenta ejerce sobre el artista.-