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DE VIVA VOZ

Con motivo de sus 40 años, la HJCK reúne en un tomo y en seis casetes lo mejor que ha pasado por la emisora.

7 de enero de 1991

Cuarenta años de radiofonía son muchas horas si se piensa en términos de la gigantesca labor que es necesario desplegar para mantener una programación alerta tanto a los nuevos hechos culturales, como a la música de todos los tiempos. En la HJCK los melómanos, sin duda, han encontrado el dial exacto en que satisfacen todas sus esperanzas. Hablar de la HJCK, El mundo en Bogotá, es hablar forzosamente de la más selecta, de la mejor programación cultural que durante años se ha realizado en la historia de la radio en Colombia.
A los 40 años de existencia, algunos homenajes ha celebrado ya esta empresa cultural. Un hecho bien significativo se suma hoy a la orgullosa expresión de esta obra realizada. Se trata de la edición de una antología de los programas registrados en la emisora, así como de un catálogo de las actividades culturales realizadas en 40 años en Bogotá, acompañado de un perfil de 250 personajes ilustres, llevados a cabo con lujo de detalles por Villegas Editores.
Por una parte, las "Voces de la cultura 1950-1990". Aquí se recogen grabaciones realizadas por la emisora, una selección de las voces de los personajes del arte, la literatura y la cultura que en algún momento pasaron por el micrófono de la HJCK. Es un archivo y un testimonio de viva voz, de entrañables recuerdos que al escucharlas o reescucharlas le devuelven al oyente algo del temple, del carácter, del peculiar rasgo de una personalidad o de una obra. Poesía de viejos maestros recitadas sugerentemente o la propia voz de los personajes redescubiertos en estos casetes que son un verdadero "archivo de la memoria".
Las voces de poetas como Cote Lamus, Alvaro Mutis, Rogelio Echavarria, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre están aquí presentes junto a las de Pablo Picasso, Salvador Dalí, Alejo Carpentier, Jean Louis Barrault, Eugenio Ionesco, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Octavio Paz, Juan Rulfo y tantos otros que han enriquecido con su presencia este espléndido archivo de la palabra.
Excelente selección la que se ha logrado en estos casetes. Y oportunidad sin igual para los amantes de la cultura, que quieran deleitarse con Diezas únicas que de no ser por esta edición dificilmente estarían a su alcance. Divertido, en efecto, y edificante, ante todo, poder escuchar en la sala de la casa a Gabriel García Márquez leyendo un fragmento de "Cien años de Soledad", a Agustín Nieto Caballero hablando sobre los 60 años del Gimnasio Moderno, a Jesús Pinzón explicando la música contemporánea, a Alejandro Obregón refiriéndose a sus motivos pictóricos, a Gustavo Alvarez Gardeazábal comentando su iniciación literaria, a Ricardo Bada rindiendo un homenaje a Julio Cortázar el día de su muerte o a Ernesto Sábato hablando de su vida.
Por su parte, el volumen "Cronología de la Cultura 1950-1990", que acompaña la colección de los seis casetes, es el primer gran intento realizado en función de reunir en forma cronológica, en un catálogo, los más importantes hechos culturales sucedidos en las cuatro últimas décadas y que invariablemente pasaron de una forma u otra a hacer parte de la actividad informativa de la HJCK. Como una extensión de este hecho, y como un valioso instrumento de consulta, esta cronología está llamada a constituirse en fuente de información de total confiabilidad. Año por año, los acontecimientos culturales son reseñados según se trate de música, letras y artes, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Alvaro Castaño presenta este catálogo con una nota iluminada en la cual, entre anécdotas y memorias, relata la historia de esta bella empresa. Cuarenta años de actividad cultural en un país como el nuestro constituyen verdaderamente un hecho heroico y más cuando en esta historia pueden los directivos de la emisora exhibir una de las fonotecas más extensas que se han formado en el ámbito de la lengua castellana. Sin duda un hermoso tesoro y un patrimonio de todos los colombianos.
Así mismo, Gonzalo Mallarino Botero traza una semblanza culta y chispeante de este devenir radiofónico en hermosas páginas evocadoras: "En este siglo, comenta Mallarino, surge la radio como complemento de la lectura, del teatro, del concierto. La mejor radiofonía no está destinada a competir con el libro, o con la publicación periódica. Por las horas que cubre, por el carácter de su programación, cumple una función de mutuo estar nulo y de complemento que actúa sobre los distintos grupos de edad y educación".
Enrique Pulecio