DEL CREPUSCULO AL AMANECER

En su tercer largometraje el autor de 'El mariachi' ensaya el género del horror con una decepcionante película de vampiros. Director: Robert Rodríguez Protagonistas: George Clooney, Quentin Tarantino, Harvey Keitel, Juliette Lewis o se trata precisamente de causar terror, pues desde su primera película, El mariachi, el director chicano Robert Rodríguez ha demostrado que su preferencia es hacer una apología de la violencia con el ánimo de ridiculizarla. Sin embargo, en su tercer largometraje, Rodríguez ha hecho de su burla un espectáculo patético. En Del crepúsculo al amanecer, Rodríguez, con guión de Quentin Tarantino, narra la historia de dos asesinos en fuga que llegan, con rehenes incluidos, a un extraño paraje mexicano, una vez han cruzado la frontera estadounidense, en donde tendrán que pasar la noche. La cantina, un bar de mala muerte para camioneros que ofrece toda clase de servicios sexuales, resultará ser una madriguera de vampiros sedientos de sangre. El argumento es sólo el pretexto para que Rodríguez y Tarantino, quien además protagoniza la cinta, le den rienda suelta a sus más delirantes fantasías de violencia. Una violencia por demás innecesaria y libre que lejos de poseer la gracia de la irreverencia que caracteriza a estos dos jóvenes realizadores, es una suma de coreografías de acción sin sustento alguno. En el filme no aparecen ni siquiera los diálogos que han hecho famosa la pluma de Tarantino como guionista, ni las soluciones técnicas imprevistas con las que ha deleitado Robert Rodríguez al público en sus dos anteriores películas. Del crepúsculo al amanecer es apenas un banquete de diversión de un grupo de amigos que decidió improvisar un descabellado proyecto en el que el género del terror ha sido simplemente burlado por un director del que se espera mucho pero que de tres filmes ya lleva dos fracasos: éste y la segunda parte de El mariachi.