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DIAS CONTADOS

LLEGA A COLOMBIA LA DRAMATICA PELICULA ESPAÑOLA QUE EL AÑO PASADO ENAMORO A LA CRITICA Y ESTREMECIO AL PUBLICO.

25 de marzo de 1996

Director: Imanol Uribe Protagonistas: Carmelo Gómez, Ruth Gabriel, Javier Bardem y Elvira Mínguez. A los españoles les fascinó. Tanto la crítica como el público en general estuvieron de acuerdo el año pasado, luego de la entrega de los premios Goya (máximo galardón cinematográfico español), en que Días contados tenía todo para convertirse en un fenómeno: buen guión, excelente reparto, magnífica producción, maduros efectos especiales y la medida comercial exacta que evitó el escándalo. Y la verdad es que algo tiene. En mitad de las escaramuzas terroristas de un sangriento comando de la ETA y la vida difícil de los barrios bajos de Madrid, donde conviven la prostitución y el tráfico de drogas, el director Imanol Uribe ofrece al espectador una historia de amor. De las cenizas de una sociedad percudida, de la que parece no surgir ninguna esperanza, el corazón _como siempre_ es el sacrificado, lucha, se desgarra ante las circunstancias adversas, persiste y se hace matar por bautizar al Amor como la última molécula de oxígeno en la atmósfera contaminada del fin del milenio. En España causó impacto por ser de alguna manera un espejo de su sociedad, pero en Colombia la historia cae como anillo al dedo. Al fin de cuentas el amor _como los dramas sociales_ es universal, y no hay corazón que no sucumba ante un relato en su nombre. Patética y cruel, Días contados es una historia de la calle que difícilmente puede ofrecer un final feliz. Sin embargo, lejos de ser panfleto, se aleja de la denuncia para mostrar a los personajes en su más pura realidad. Y si a esto se suma una excelente actuación de todos sus protagonistas, no cabe duda de que bien vale la pena verla.