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EL ALMA DEL LADRILLO

Una original exposición del Museo de Arte Moderno permite un vistazo artístico de la arquitectura.

13 de abril de 1987

Una exposición de dibujos inspirada en las expresiones estéticas del ladrillo es, ni más ni menos, el original planteamiento gráfico de la colección que exhibe por estos días el Museo de Arte Moderno de Bogotá.
La idea surgió cuando, en 1982, se le encargó al arquitecto Alejandro Cárdenas, el desarrollo de un proyecto editorial que tendría como tema central la historia de la arquitectura de ladrillo en la capital del país. Pero como muchos otros proyectos ambiciosos, este quedó trunco por falta de financiación. Sin embargo, gran parte de los 27 dibujos que conforman la colección del Museo alcanzaron a quedar listos, y cinco años después, complementados con algunos de más reciente creación, salieron finalmente a la luz pública en esta original exposición.
Si la arquitectura es un arte, pero el dibujo arquitectónico no es arquitectura, ¿puede considerarse arte esta aproximación gráfica que hace Alejandro Cárdenas a la historia del ladrillo? El responde a esta pregunta de la siguiente manera: "Dibujar la arquitectura tiene sentido en la medida en que retrata edificios que tienen algún valor cultural".
Y eso es precisamente lo que el artista intentó realizar a través de este minucioso trabajo. Ladrillo por ladrillo, en el sentido más estricto de la expresión, Cárdenas reproduce en sus dibujos a lápiz, construcciones de todas las épocas, en las que se palpa la evolución de esta técnica arquitectónica, bastante característica de Bogotá, que arranca con la fundación de la ciudad, en 1538, y que hoy manifiesta un notable desarrollo tecnológico en edificios de gran altura, que combinan técnicas muy elaboradas con una práctica tan artesanal como la de sentar ladrillos a mano.
Con cada uno de estos dibujos, el procedimiento fue semejante: primero se realizó una fotografía de la construcción o de la fachada, y con base en ella, se construyo el trazado general del dibujo, siguiendo un ejercicio riguroso de observación de su imagen para ir descubriendo cada uno de sus elementos constitutivos. "Más que un planteamiento artístico -dice Cárdenas-, mi trabajo es un ejercicio de observación y de dibujo".
Y así, observando y dibujando, este arquitecto bogotano de 33 años, profesor de la Universidad de los Andes, nos permite algo poco usual: palpar y sentir una edificación a través de una aproximación gráfica a lo único que los planos del arquitecto son incapaces de calcular: el alma del ladrillo.