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EL CHACAL

Una versión pirotécnica y efectista del 'best seller' llevado a la pantalla en 1973 con el nombre de 'El día de El Chacal'.

9 de febrero de 1998

Para quien haya visto El día de El Chacal, el descomunal best seller literario que fue llevado a la pantalla gigante en 1973 con notable éxito en la taquilla, es inevitable la comparación. La tradicional película, que narra la historia de una fuerza élite empeñada en evitar el asesinato del presidente de Francia Charles de Gaulle a manos de un superterrorista de quien sólo se conoce su apodo, El Chacal, ha sido transformada en todo su fondo para convertirse, en las manos del director Michael Caton-Jones (el mismo de Rob Roy), en un suspenso de acción que nada tiene que ver con la escalofriante novela original. En la versión contemporánea El Chacal ha sido contratado por un grupo de terroristas rusos para asesinar a un alto dirigente del gobierno de Estados Unidos. Para interceptarlo el FBI, en comunión con la KGB, cuenta con una única arma: un terrorista irlandés que cumple su condena en una cárcel de Estados Unidos y quien es una de las pocas personas que ha visto a El Chacal en persona. La trama parece la misma con otros protagonistas. Pero la versión actualizada ha abandonado el fascinante suspenso de la original para transarse por la tecnología y las escenas de acción. El Chacal, por su parte, ha pasado a nutrirse de una perversidad inimaginada pero su personaje ha recaído en Bruce Willis, cuyo instinto maligno no convence a nadie. El Chacal, en fin, ha dilapidado la versión original en aras de una trama efectista que, entre otras cosas, tiene más de un error de lógica. Un solo ejemplo basta: durante toda la película el villano es mostrado como un hombre en extremo cuidadoso de su identidad, que cambia de fisonomía cada minuto y porta no menos de cinco pasaportes con identidades diferentes. Sin embargo no tiene el menor reparo en contestar su teléfono celular con una frase que puede ser algo así como "Aquí El Chacal, ¿allá con quién?.