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EL DETECTIVE

Nutrido por los conceptos experimentales del productor Brian Eno, la nueva obra de David Bowie marca un paso firne hacia los sonidos primarios del proximo siglo.

26 de febrero de 1996


SI SE BUSCARA una palabra para definir lo que ha sido David Bowie para la música contemporánea, la que meJor resumiría su carrera es la de 'aventurero'. Una característica que a estas alturas de su vida profesional parece aplicar más que nunca, lo que le permite de paso revivir aquel apodo que lo hizo famoso en los años 70: 'Camaleón'.
Con Outside, su nuevo álbum, Bowie ha conseguido uno de sus más ambiciosos proyectos musicales. Un escape ficticio, un viaje del pasado hacia el futuro en la perspectiva de un personaje irreal, el detective Nathan Adler y su experiencia en torno de un 'asesino artístico' que colecciona los distintos orzanos de sus víctimas como piezas de arte. Pero además, es una grabación en torno de lo que significa ser un extraño, intención en la que Bowie no sólo canta en una diversidad de voces, sino que adopta distintos personajes que van desde una quinceañera a un anciano de 78 años.
Bowie parece un adelantado. En los 70 sus posturas andróginas y eclécticas, sobre las cuales adoptó la figura de diversos personajes que constituían el material de sus obras musicales (Ziggy Stardust, Aladdin Sane, etc.) mostraron una dimensión distinta en el rock como espectáculo. La aplicación de los conceptos avant-garde de Andy Warhol también tuvieron un espacio vital en aquellos días de su carrera. Y aunque su imagen simplemente redondeaba un trabajo musical que se alineaba en los campos del rockand roll, el rhythm and blues y elpop como tal, un inesperado giro en su música, a finales de los 70, fue la certificación de su cambiante personalidad artistica.
Entonces se encaminó por los ruidos electronicos y gracias a la labor conjuntos con el productor Brian Eno con quien realizo, entre 1977 y 1979, tres discos conocidos como la Trilogía de Berlín (Low, Heroes y Lodger), en una faceta experimental en la que sólo importó la música y dejó a un lado su mundo de espectáculo glamoroso. A partir de estos trabajos, Bowie entró en una etapa insulsa, de grabaciones poco relevantes que desembocaron luego en Let's Dance, un álbum de orientacion bailable, cargado de rhythm and blues bajo la producción de Nile Rodgers y que se convirtió en el más exitoso de su carrera.
Vinieron luego otros trabajos en la misma dirección y una serie de experiencias en una agrupación llamada Tin Machine, en la que Bowie pretendía borrar la imagen de sus discos anteriores. Sin embargo, retornó a esa formula tres años atrás con Black Tie, White Noise antes de tomar la decisión de regresar a los estudios con su amigo Brian Eno para la que es su más reciente y aventurada producción.
Outside puede interpretarse como una especie de banda sonora sobre los acontecimientos que en su diario narra el detective Nathan Adler (aparentemente Bowie) en sus investigaciones sobre una serie de asesinatos que, más que eso, son ritos artísticos. La historia, que se establece en 1995, acusa un factor histórico que data desde 1977 (casualmente la época en que Bowie hizo su primer trabajo con Brian Eno) y que llega hasta la mañana del viernes 31 de diciembre de 1999.
Paralelo a los pormeno- res que hacen esta historia, aparece el valor musical de la producción. Bowie aporta todas las letras y en lo instrumental recurrió a algunos músicos que él considera vitales, como los guitarristas Reeves Gabrels (Tin Machine) y Carlos Alomar (cola borador permanente de Bowie), Sterling Campbell (hoy día baterista del grupo Soul Asylum), Mike Garson (pianista suyo en la época de Aladdin Sane), el multiinstrumentalista Erdal Kizicay así como Brian Eno en teclados y Bowie en saxo, guitarras y teclados.
El sonido de Outside es absolutamente futurista y los 19 cortes que componen la grabación son una especie de resumen global de lo que ha sido la historia musical de Bowie. Fórmulas rítmicas que, impregnadas del sabor típico de producción de Eno, se acercan a los conceptos industriales. Aspectos instrumentales con apariencia de película espacial. Sonidos crudos e intensos que parecen arrancar pedazos de ciudad y el indescriptible elemento vocal de Bowie, en medio de una historia sobre la que se debe caer una y otra vez en la intención de hilar su forma conceptual, pero también de rescatar cada canción como una historia independiente.
Un disco que se complementa con su libro interior, de gráficas cibernéticas y la narración del nuevo Bowie, es decir, Nathan Adler en un trabajo rico en texturas y uno de los mejores en la carrera de esta leyenda viviente de la música.

NOVEDADES

DIOMEDES DIAZ
DANCE MIX
DANCE POOLSONY MUSIC
GENERO: TECNO-VALLENATO
SI LOS más conservadores en materia de vallenato se sintieron profundamente heridos con las leves variaciones que le hizo Carlos Vives al popular ritmo colombiano, en esta ocasión es probable que sufran un colapso. Esta grabación no es otra cosa que recurrir a famosos disc jockeys productores de Chicago, Miami, Los Angeles, Nueva York, Rio de Janeiro y Bogotá, para crear versiones dance o house sobre las pistas originales de algunos vallenatos de Diomedes Diaz, llamado en la etiqueta de este disco como The colombian king of vallenato.
La experiencia tiene momentos en verdad interesantes que fácilmente pueden penetrar en el vasto mundo internacional de las discotecas, razón única de ser de esta producción, que incluye entre otros, clásicos como: El medallón, Joselina Daza, Matilde Lina y Todo es para ti.

ENYA
THE MEMORY OF TREES
GENERO: NUEVA ERA
WEAMTM
A ENYA se le debe la popularización de los sonidos de la nueva era, incluso es una de las pocas artistas del género que ha llevado una canción al top 40 norteamericano (Orinoco Flow). Habian pasado cerca de tres años desde su Cltima producción y a su regreso presenta uno de los trabajos más hermosos de su repertorio. Lo valioso en el concepto musical de Enya es que, aún rescatando los valores musicales celtas, e incorporando todas esas atmósferas propias del sonido nueva era, logra como ningún otro de estos artistas hacer de su voz angelical un instrumento absolutamente natural dentro de sus grabaciones. Casi que resulta innecesaria la lirica para dejarse llevar por las suaves melodias que componen esta producción.

ACDC
BALLBREAKER
GENERO: ROCKHEAVY METAL
EASTWVESTMTM
CON RICK Rubin como productor, la banda australiana ha retomado los valores musicales que explotaron con mucha intensidad a finales de los años 70. Este álbum parece ser un eco de aquel Black in Black de 1980 con una producción 'limpia' que deja espacios claros para las guitarras sucias de Angus Young, y los vocales rasgados caracteristicos de Brian Johnson. Para este disco, la banda rescató a su primer baterista, Phil Rudd, todo ello con el fin de concretar una de sus buenas producciones.