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EL ELIXIR DE LA OPERA

El gran atractivo del segundo y último título de la temporada es la actuación del tenor antioqueño Juan José Lopera.

28 de septiembre de 1998

La temporada de ópera 98 es tan breve que con la puesta en escena de La Traviata, que fue el primer título, se llegó a la mitad, y con Elixir de amor de Gaetano Donizetti, que se acaba de subir a escena, llega a su final. Sin embargo, para más de un conocedor del medio, ahí terminan las posibilidades de comparación. Porque la producción de la obra donizettiana no adolece de lo que algunos censuraron en La traviata: no contar con cantantes colombianos en los roles protagonistas y en las responsabilidades artísticas de mayor envergadura.
Porque el elenco de Elixir está encabezado por el tenor colombiano Juan José Lopera. Un médico antioqueño que, animado por los buenos augurios de una actuación suya en una puesta en escena de La Bohème de Puccini en el Teatro Metropolitano de Medellín y por su participación en el concierto del bicentenario de Rossini en el Auditorio León de Greiff de Bogotá con la Orquesta Filarmónica en 1992 cantando la temible parte del tenor del Stabat Mater, resolvió tomar en serio sus excepcionales condiciones vocales.
Lopera cerró consultorio en Medellín y al año siguiente se instaló en Munich como un estudiante más del Opera-Studio de la Opera de Baviera. En cosa de meses empezaron las ofertas de trabajo y al año siguiente resultó vencedor del concurso de canto de Munich. Hoy en día es el colombiano que en mayor número de oportunidades ha actuado con indiscutible éxito en la Staatsoper de Viena, la más prestigiosa casa de ópera del mundo, junto con la Scala de Milán, el Covent Garden de Londres y la Metropolitana de Nueva York.
De hecho, a la Staatsoper vienesa solo dos colombianos han llegado, él y Alejandro Ramírez. Porque al fin y al cabo, como se dice en el medio operístico internacional: el mérito no es cantar en los grandes teatros ¡Es regresar! Y regresa el próximo año para hacer El barbero de Sevilla y La italiana en Argel. Hoy en día su hoja de vida registra actuaciones en lás más importantes teatros de Austria, Francia y Alemania y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, siempre con roles del repertorio del belcanto italiano y Mozart, repertorio del cual es un auténtico estilista.
La puesta en escena del Elixir cuenta también con el debut del joven director colombiano Juan Carlos Rivas, quien durante las últimas temporadas estuviera al frente de la dirección de los coros de la Opera de Colombia y que regresa al país con una importante experiencia en dirección operística en Estados Unidos.
Para el Elixir bogotano el elenco, además de Lopera, quien canta la parte de Nemorino, para quien Donizetti escribió la popular aria Una furtiva lágrima, cuenta con la actuación de la soprano norteamericana Danielle Strauss como Adina, quien con muy buen éxito ha participado en anteriores temporadas. Para el rol del doctor Dulcamara originalmente se contaba con la actuación del bajo Francisco Vergara, un experto intérprete del cómico personaje, quien será reemplazado por el bajo mexicano Noé Colín.
La producción de esta ópera tiene los decorados del alemán Michael Zimmerman, ya vista en una temporada anterior, que propone el desarrollo de la ópera en medio de un colosal libro de cuentos de cuyas páginas se descuelgan los personajes. Las funciones se extienden hasta el 10 de septiembre.