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El gran hermano

La semana pasada se cumplieron 100 años del nacimiento de George Orwell, el escritor que denunció los grandes males de la sociedad moderna.

7 de julio de 2003

Cuando George Orwell creó al 'Gran Hermano' nunca se imaginó cuál sería su destino. Lo que para Orwell fue una pesadilla hoy en día es el reality show más popular del mundo. Esto resulta bastante paradójico, teniendo en cuenta que Orwell mostró el horror de una sociedad en la que no existe la privacidad y los medios de comunicación no tienen barreras.

Orwell nació en 1903 en la India, en ese entonces una colonia del imperio británico, con el nombre de Eric Arthur Blair. Su padre era un agente de aduanas y a los siete años la familia de Orwell regresó a Gran Bretaña, donde éste entró a la prestigiosa escuela pública de Eton. Muy pronto se desinteresó por los estudios pero se dedicó a la lectura de algunos autores clásicos de la lengua inglesa, como Swift, Sterne y London.

Cuando salió de la escuela, en 1922, se unió a la Policía Imperial Inglesa, en la que permaneció hasta 1927. Esta período lo marcó profundamente. En su ensayo Por qué escribo, Orwell explicaría muchos años más tarde que esta experiencia le mostró la ineficacia de los sistemas policiales y le generó cierto resentimiento contra la autoridad. El dice, en ese mismo ensayo, que se retiró del servicio porque quería: "Escapar de cualquier forma de dominio de los hombres sobre los otros hombres". En 1928 decidió volverse escritor y emprendió un viaje por toda Europa. Como no tenía dinero se vio obligado a vivir en condiciones difíciles, lo que lo acercó a las clases marginales. Esta experiencia también fue fundamental para su formación como escritor.

A los 30 años Orwell publicó su primera obra: una novela llamada Días de bruma, en la que relata su experiencia en la Policía Colonial, la cual firmó bajo el seudónimo de George Orwell en una clara intención de dejar atrás su pasado. Luego, en 1935, publicó la novela La hija del clérigo y en 1936 vino Keep the Aspidistra Flying. En estas dos obras él hace una descripción de la vida en Londres y la terrible situación de los habitantes de la clase trabajadora. En seguida se dedicó a escribir ensayos políticos, en los cuales criticaba fuertemente a la izquierda inglesa, pues consideraba que ésta era poco realista y no comprendía las necesidades de la sociedad.

Pero, paralelamente a su labor como escritor, Orwell también ejercía el oficio de periodista en The New English Weekly y en Le Monde. Fue en 1936 a España para cubrir la Guerra Civil. Este viaje, en principio muy corto, terminó siendo una de las más importantes experiencias en su vida. En España Orwell encontró algo que parecía imposible en su país: las distinciones de clases estaban menos marcadas y había una lucha por la igualdad. Se entusiasmó tanto con la situación política que se enlistó en el Poum (Partido Obrero de la Unificación Marxista), un grupo que luchaba contra las milicias franquistas. Durante este período en España Orwell conoció a André Malraux, el importante escritor y político francés. Juntos combatieron en Zaragoza. Pero el inglés fue herido en la garganta y debió partir a Madrid. Cuando logró salir del hospital Franco ya se había tomado el poder y debió escapar hacia Francia. Este viaje a España le mostró que la lucha socialista era una acción que se podía llevar a cabo. Orwell nunca olvidó esta experiencia y la consignó en su libro Homenaje a Cataluña, de 1939.

Durante la Segunda Guerra Mundial permaneció en Gran Bretaña, donde se dedicó a escribir. Para él la guerra era la demostración histórica de que hay algo en la naturaleza humana que busca el dominio sobre los demás. Y esta búsqueda de poder desemboca en la violencia y en la represión. En 1941 Orwell entró a trabajar como periodista en la BBC. En 1944, cuando redactaba 1984, se enfermó de tuberculosis, lo que le trajo muchos problemas a la hora de escribir. Esta difícil situación se ve reflejada en la novela, en la cual se percibe el terrible sufrimiento del autor. De hecho, puede ser leída como una metáfora de la enfermedad de la sociedad. 1984 fue publicada en 1949 y se ha convertido en una de las novelas más importantes del siglo XX (ver recuadro). Más tarde, en 1950, Orwell publicó Rebelión en la granja (Animal Farm), otra sátira contra el poder y contra las sociedades supuestamente "perfectas". Unos meses después de publicar su última novela murió súbitamente en un hospital de Londres.

Pero gracias a estas dos novelas Orwell se convirtió en uno de los grandes autores europeos de la posguerra. Sin duda, la gran importancia de Orwell es que en su narrativa logró hacer una metáfora de lo que fue la historia del siglo XX. Es claro que la voluntad de Orwell era la de crear una literatura que hablara sobre política, o mejor aún, "hacer de la escritura política un arte", como dice en Por qué escribo. Pero lo que hace que los textos de Orwell no sean un aburrido manual de ciencia política es que maneja un humor y una ironía excepcionales. Por ejemplo, en Rebelión en la granja Orwell no hizo un tratado político sino que utilizó una sátira inteligente y bastante más efectiva.

Orwell propone en sus obras un futuro que nace a partir del triunfo de la tecnología sobre la humanidad, en el que los hombres son esclavos de una máquina que ellos mismos han inventado. Y, de algún modo, la predicción de Orwell está empezando a hacerse realidad: cada vez más Internet y los medios de comunicación rigen la vida de los hombres. Así mismo, las sociedades han perdido su identidad frente a la tecnología y a los medios de comunicación, que utilizan un lenguaje limitado y cuadriculado, como propone en 1984.

La importancia de Orwell, más allá de su calidad literaria, es que logró denunciar los grandes males del hombre moderno. Lo más impresionante de su obra es que hoy, casi 50 años más tarde, sus textos son actuales y advierten sobre los peligros de una sociedad entregada a la tecnología.