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EL JUEGO DEL SIGLO

EL SUPER ASTRO DEL BALONCESTO ESTADOUDINENSE, MICHAEL JORDAN , PROTAGONIZA SU PRIMERA PELICULA, AL LADO DE BUGS BUNNY.

17 de febrero de 1997

Director: Joe Pytka Protagonistas: Michael Jordan, Ed Murray, Bugs Bunny, el pato Lucas, Porky y sus amigos Si hay alguien que haya intentado usurpar el reino de los dibujos animados, dominado por Mickey Mouse y sus secuaces, ese ha sido Bugs Bunny. Acompañado de Porky, el Pato Lucas, el Correcaminos, el Coyote, Piolín, Silvestre, la abuelita y todos los demás personajes de la Warner Brothers, el Conejo de la Suerte ha gozado de la simpatía de miles de adictos a sus chanzas pachunas alrededor del mundo. El otro gran ídolo de las masas es Michael Jordan, el basquetbolista de los Bulls de Chicago que hace poco regresó al deporte que lo convirtió en estrella, luego de su fracasado paso por el béisbol profesional. Precisamente su tránsito por las grandes ligas y su retorno a las cestas le sirvió de pretexto a la Warner para llevar a la pantalla una película que uniera el talento de Jordan en las canchas con el humor de Bugs Bunny en los dibujos animados. El resultado es El juego del siglo (Space Jam), una cinta que utiliza la magia digital para combinar la realidad con el dibujo. La película cuenta las aventuras de Bugs Bunny y sus amigos, quienes secuestran a Michael Jordan con el ánimo de ganar un partido a unos inofensivos extraterrestres que tienen la intención de raptar a los cómicos personajes para esclavizarlos en un circo intergaláctico. Los seres espaciales han robado el talento a las figuras más sobresalientes del baloncesto y Bugs no tiene más remedio que rogarle a Jordan que los ayude a triunfar. Aunque los efectos especiales dan buena cuenta de lo que es posible realizar con un computador, lo cierto es que El juego del siglo está lejos de explotar el humor tradicional de Bugs y sus amigos. Esto, unido a que ni siquiera Jordan hace gala de todo su despliegue físico y técnico para causar por lo menos el asombro del espectador, hacen de esta película un aburrido y soporífero plato de vacaciones.