Home

Cultura

Artículo

El Matador

La turbulenta historia de uno de los duros del rock de los cincuenta enloquece de nuevo a los norteamericanos.

18 de diciembre de 1989


"Bolas de fuego"
Dirigida por Jim McBride - Drama musical
Con Dennis Quaid y Winona Ryder
La película " Bolas de fuego" cuenta parte de la escandalosa y accidentada vida, personal y musical, de un hombre controvertido y llamado Jerry Lee Lewis. En momentos en que los norteamericanos enloquecían con los desplantes y la cara de bebé de Elvis Presley, Lewis con su pelo rubio, sus manos de camionero que aporreaban el piano e incendiaban el escenario, logró impactar con canciones pegajosas como Whole Lotta Shakin going on, Creat balls of fire y Breathless. Era el otro rey del rock y mezclando temas religiosos con canciones licenciosas demostró hasta dónde la música podía alterar la vida cotidiana de millones de muchachos.
Sólo un director como Jim McBride podía enfrentar un personaje y una historia tan punzantes como estos. El mismo McBride ha actuado en Hollywood, como un lobo solitario, realizando películas como Glen and Randa, My girlfriends Wedding, Hot Times, "Sin aliento" (con la famosa escena de la piscina con Richard Gere y Valerie Kaprisky) y The Big Easy, policíaca .
No es fácil hacer una película sobre un cantante y menos cuando este durante el rodaje anda merodeando entre las cámaras. Durante más de ocho años el director y los productores sostuvieron un combate con abogados, herederos y dueños de derechos de canciones, para lograr este proyecto. La mayoría de los personajes está viva. Hubo que firmar documentos, enviar abogados, replantear el guión, modificar algunos diálogos y, sobre todo, lidiar con una persona tan difícil como el mismo Jerry Lee Lewis, a quien durante sus años escandalosos apodaban "Matador". Es que era destructor. Lo que tocaba lo reducía a cenizas. Enamoraba y seducía detrás del escenario y luego se zafaba porque detestaba las trampas sentimentales. Sin embargo, no supo evitar las relaciones con su prima segunda, Myra Gail Brow (en cuya autobiografía se basa parcialmente la película), quien con sólo 13 años de edad se convirtió en su mujer, se fueron a Europa y provocaron un escándalo tan grave que la carrera del ídolo se hundió.
Por eso, remover todas esas cenizas era muy doloroso para Lewis; mirarse en el cine era una prueba terrible y durante más de ocho años dio toda clase de evasivas para que la filmación no tuviera lugar.
La etapa de pre-producción de "Bolas de fuego" forma parte de un libro interesante, tanto como la película misma. McBride fue hasta ee rancho de Lewis, en Misisipi y después de tantos rodeos le explicó que tenía que aprobar el proyecto.
La película, que inauguró el reciente Festival de San Sebastián y puede representar una nominación de mejor actor para Dennis Quaid, combina dos elementos difíciles de mezclar: la leyenda (es decir, lo que de tanto repetirse se ha convertido en hechos, aunque nadie pueda comprobarlos ya) y el ser humano con sus defectos terribles, sus complejos, su obsesión sexual, su inseguridad, pero sólo entre 1956 y 1958, que fueron terribles en medio de la enorme fama que cargaba.
Los trajes chillones, el pelo rubio, el piano incendiado, los zapatos de tacones altos, los gritos, la histeria de las muchachas, los discos, la rivalidad con Elvis, los amores con esa niña, las críticas de los moralistas, la primera caída, todos estos elementos contra el trasfondo de una Norteamérica ingenua, romántica y soñadora, que pronto sería golpeada por el espectro de Vietnam y Cuba.
Y si queda alguna duda sobre las intenciones totalizadoras del directo McBride, un dato final: las canciones y el piano que se escuchan en la película fueron interpretados por el mismo Lewis. Como si el tiempo no hubiera pasado. Esto también forma parte de la leyenda.