EL NUEVO CENTRO

Desde hace algunos años tomó fuerza la idea de que los centros comerciales habían hecho crisis en Bogotá y que la ciudad estaba sobresaturada. Se decía además, que las dificultades económicas del país, especialmente el lastre inflacionario y la parálisis en la construcción, harían fracasar cualquier nuevo intento de este tipo. Pero como cosa increíble, antes de iniciar las obras, que durarán más de dos años y antes de cualquier campaña publicitaria, el Centro Comercial Andino logró la hazaña que en sólo tres horas, durante el coctel de lanzamiento del proyecto, fueran separados 102 de sus 183 locales.

Se trata de una novedosa y agresiva idea de Multicentros, la empresa que bajo la dirección de Pedro Gómez Barrero construyó Unicentro hace ya 15 años. En ese entonces, Unicentro proyectó la ciudad hacia la calle 127, sobre la base de una Bogotá que veía crecer su población a tasas del siete por ciento anual y donde todavía se construía horizontalmente. Hoy las cosas han cambiado. Bogotá crece a menos del tres por ciento anual y se desarrolla verticalmente. Ese fenómeno es particularmente notorio en Rosales, La Cabrera y El Retiro, tres barrios tradicionales del norte capitalino, donde las grandes casas que llegaban a ocupar hasta media manzana, han ido demoliéndose lentamente para dar paso a edificios que albergan entre 10 y 20 familias cada uno.

Se trata de una de las zonas más densamente pobladas de Bogotá. En su epicentro funcionó por muchos años el Colegio Andino. Pero cuando éste se trasladó al extremo norte de la ciudad, dejó libre el que muchos llamaron